La infertilidad es un problema complejo que afecta a muchas parejas. Pero gracias a los modernos métodos de tratamiento, casi todo el mundo tiene la oportunidad de ser padres, excepto las personas con graves anomalías congénitas de los órganos genitales. El tratamiento de la infertilidad consta de varias etapas, que comienzan con un diagnóstico exhaustivo y terminan con la aplicación de sofisticadas tecnologías médicas.
Infertilidad masculina: métodos de tratamiento
Los métodos de tratamiento de la infertilidad masculina dependen de las causas que se identifiquen durante el examen. Por ejemplo, si el semen de un hombre tiene espermatozoides móviles pero no los suficientes para la fecundación, se recurre a la inseminación intrauterina (IIU). En este procedimiento, el esperma se enriquece y luego se inyecta en el útero de la mujer. Si no se dispone de espermatozoides, se recurre al semen de un donante, método conocido como inseminación con semen de donante (IAD), que sólo se realiza con el consentimiento de ambos cónyuges.
En la forma excretora de la infertilidad, en la que los espermatozoides están presentes pero no pueden llegar al semen, se lleva a cabo un tratamiento para restaurar la permeabilidad del tracto seminal. Para ello, se eliminan inflamaciones, adherencias y otros obstáculos, y se trata la impotencia, si existe.
Infertilidad femenina: terapias
La infertilidad femenina también requiere un enfoque individualizado. Una de las causas más frecuentes es la alteración del fondo hormonal. En estos casos, se lleva a cabo una terapia hormonal que ayuda a restablecer la ovulación y el ciclo menstrual y, por tanto, la posibilidad de quedarse embarazada. Si la causa de la infertilidad son enfermedades inflamatorias, se lleva a cabo su tratamiento, que a menudo permite a la mujer quedarse embarazada de forma natural.
En el caso de enfermedades orgánicas, como la obstrucción de las trompas de Falopio o el desarrollo anormal de los órganos genitales, puede ser necesaria la cirugía. Las intervenciones quirúrgicas permiten eliminar adherencias, tumores o restablecer la permeabilidad de las trompas. Si todos estos métodos fallan, se recurre a la inseminación artificial.
Métodos de inseminación artificial
Existen varios métodos de inseminación artificial, que se han convertido en una auténtica salvación para muchas parejas. La inseminación intrauterina (IIU) se utiliza cuando la mujer tiene problemas hormonales o de moco cervical que interfieren en el avance de los espermatozoides. Este método también es eficaz en la infertilidad masculina si hay al menos un pequeño número de espermatozoides activos en el semen.
Los métodos más eficaces hoy en día son la fecundación in vitro (FIV) y la inyección intraplasmática de espermatozoides (ICSI). La FIV consiste en la extracción de un óvulo, su fecundación en condiciones de laboratorio y su posterior inserción en el útero de la mujer. Este método se utiliza en caso de obstrucción de las trompas de Falopio, trastornos hormonales, endometriosis externa y otras afecciones.
Proceso de FIV e ICSI: lo que conviene saber
El procedimiento de la FIV incluye varias fases: en primer lugar, se suprime el fondo hormonal natural de la mujer y, a continuación, se estimula la maduración del óvulo con ayuda de hormonas. A continuación, se extrae el óvulo y se prepara el esperma para la fecundación. Los embriones resultantes se colocan en el útero y el embarazo se confirma al cabo de unas semanas.
El método ICSI se utiliza cuando el espermatozoide tiene poca capacidad de fecundación. En este caso, el espermatozoide se inyecta directamente en el óvulo, lo que aumenta considerablemente las posibilidades de éxito de la fecundación. Este método se utiliza cuando hay anticuerpos antiespermáticos en el esperma u otros parámetros espermáticos están alterados.
Esperanza para el futuro
Todos los métodos de inseminación artificial son seguros y eficaces. Las mujeres que se someten a estos procedimientos no tienen más probabilidades de sufrir complicaciones que las que se quedan embarazadas de forma natural. Los niños nacidos mediante FIV o ICSI no difieren de los nacidos sin intervención médica. Por tanto, las parejas modernas que se enfrentan a la infertilidad no deben perder la esperanza: con la ayuda de la tecnología moderna, muchas parejas pueden hacer realidad su sueño de tener hijos.