Los expertos dicen que las personas que sufren de la costumbre de roer las uñas, aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades mentales. Según el Manual actualizado de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (DSM-V), este comportamiento puede clasificarse como trastorno obsesivo compulsivo. Este documento, también conocido como la Biblia de los Psiquiatras, es desarrollado y publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.
Además del hábito de roer las uñas, la lista de hábitos patológicos incluye hormiguear la piel y arrancar la cubierta del cabello, conocida como tricotilomanía.
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de pensamientos obsesivos (obsesiones) que conducen a acciones repetitivas (compulsiones) para reducir la ansiedad. Por ejemplo, una persona puede revisar indefinidamente los aparatos eléctricos o cerrar la puerta antes de salir de la habitación.
Según el psiquiatra forense Robert Kaplan, hábitos aparentemente inofensivos como el hormigueo de la piel o la picadura de uñas pueden ser un signo de enfermedad mental. Observa que la tricotilomanía se produce tanto en niños como en adultos, y que las mujeres tienen más probabilidades de sufrir.
Los expertos destacan que la presencia de hábitos patológicos no siempre indica la presencia de trastorno obsesivo-compulsivo. El diagnóstico requiere otros síntomas y un impacto negativo en la calidad de vida del paciente. Por lo tanto, no se debe asumir que todos los mordedores de uñas sufren de este trastorno.
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