La adicción emocional en las relaciones es un tema que requiere atención y comprensión. Puede ser tanto un fantasma invisible que vigila todos tus movimientos como una fuente subterránea de sufrimiento. En este artículo, examinaremos la naturaleza de la dependencia emocional, sus efectos y las señales que pueden indicar su presencia en tu propia vida.
La naturaleza de la adicción emocional
La adicción emocional, comparable a una súplica impotente de afecto, puede ser similar a la adicción al alcohol. La vida espiritual de una persona se empobrece cuando la pasión ardiente empieza a eclipsar todos los demás significados y valores, como el trabajo, la socialización con los amigos y la familia, la creatividad y las aficiones.
Es importante tener en cuenta que cierto grado de dependencia de nuestros seres queridos es natural. La independencia emocional total puede ser señal de una falta de sentimientos y vínculos profundos, lo cual es un problema grave en sí mismo.
Causas de la dependencia emocional
Una de las principales causas de la adicción emocional es la falta de emociones positivas personales. Las personas dirigen sus vidas a encontrar una pareja que pueda llenar el vacío emocional interior.
Signos de adicción emocional
He aquí ocho signos que pueden indicar el inicio de la dependencia emocional en una relación:
Celos, sentimientos posesivos y deseo de posesión exclusiva.
Preferencia por pasar tiempo juntos y sentimientos de insatisfacción cuando no se dispone de esta oportunidad.
Enfado irracional o depresión cuando la pareja se muestra emocionalmente distante.
Pérdida de interés por otras amistades.
Preocupación por los pensamientos de la pareja.
Falta de deseo de planificar algo sin la aportación de la pareja.
Incapacidad para ver los verdaderos defectos de la pareja.
Frecuentes referencias a la pareja en las conversaciones, a veces expresadas "para ella" o en su nombre.
Si encuentra varios de estos signos en su relación, puede indicar la presencia de dependencia emocional. Sin embargo, un diagnóstico no es un veredicto, sino una oportunidad para reflexionar e iniciar el camino para liberarse de los grilletes emocionales.