Cenas Tardías: Cómo Afectan el Peso

Estudios recientes realizados por científicos de la India confirman una vez más que cenar tarde puede causar un aumento excesivo de peso. En experimentos con ratones, se descubrió que quienes cenaban tarde por la noche ganaban hasta un 70 % más de peso que quienes seguían una dieta estricta.

Anteriormente, muchos expertos afirmaban que se puede cenar 2 o 3 horas antes de acostarse, e incluso cenar a medianoche no se considera una cena tardía si el horario de sueño permite mantenerse activo hasta las 2 o 3 de la madrugada. Sin embargo, la investigación del profesor Satchidananda Panda concluyó que la hora de la cena es mucho más importante de lo que pensábamos. Incluso acostarse tarde, cenar tarde puede provocar la acumulación de grasa corporal.

Este descubrimiento está relacionado con los biorritmos humanos. Nuestro cuerpo funciona según un reloj interno específico, y cuando los alimentos entran en él en el momento equivocado, no tienen tiempo de digerirse completamente, lo que provoca la formación de un exceso de reservas de grasa. Esto explica por qué quienes cenan tarde a menudo se enfrentan al problema del sobrepeso, a pesar de seguir una dieta saludable.

Además, cenar tarde altera el metabolismo, ya que por la noche la actividad corporal disminuye. El cuerpo se prepara para el descanso y la capacidad de digerir los alimentos se ve afectada. Como resultado, los nutrientes se absorben mal y el exceso de calorías se convierte en grasa.

La hormona melatonina, que se produce por la noche, desempeña un papel importante en este proceso. Esta hormona ayuda al cuerpo a prepararse para el sueño y su nivel depende directamente de la hora a la que una persona se acuesta y come. Cenar tarde puede interrumpir la producción de melatonina, lo que dificulta aún más la digestión.

Por lo tanto, para evitar el sobrepeso, es importante no solo controlar la composición de los alimentos, sino también el momento de su consumo. Se recomienda cenar como máximo 3 horas antes de acostarse para que el cuerpo pueda digerir completamente los alimentos y evitar la acumulación de grasa.