La hinchazón es una ocurrencia común en las mujeres embarazadas y un motivo de preocupación para muchas. Sin embargo, es importante entender que no todos los casos de hinchazón son patológicos. Sin embargo, cualquier cambio en el estado del organismo debe ser motivo para consultar a un médico.
La mayoría de las veces, la hinchazón durante el embarazo está asociada con cambios en el cuerpo de la mujer causados por un aumento en el volumen de líquido. Sin embargo, también pueden ser un signo de gestosis, una enfermedad grave que requiere intervención médica. Es por esto que los obstetras y ginecólogos vigilan de cerca el aumento de peso de la futura mamá y los signos de posibles trastornos.
Cómo se forma la hinchazón durante el embarazo
Durante el embarazo, la mujer gana unos 10 kilogramos de peso, una parte importante de los cuales es líquido. La retención de agua comienza de forma gradual: en el primer trimestre este proceso es casi imperceptible. Más tarde, la piel se vuelve menos elástica y aparece hinchazón en los brazos, las piernas y la cara. En las etapas posteriores, la hinchazón puede afectar el abdomen y la espalda baja.
Un signo de edema no es solo la hinchazón visual, sino también el llamado edema “oculto”, que se manifiesta como un aumento brusco de peso. Un síntoma característico es la aparición de un hoyuelo al presionar la piel en la zona de la espinilla, que no desaparece durante mucho tiempo.
Naturaleza fisiológica del edema.
El edema fisiológico es una reacción natural del organismo que no supone ningún peligro. Se asocian con un aumento de los requerimientos de líquidos y la acumulación de sodio, que retiene agua. Esta hinchazón puede ser causada por el calor, el esfuerzo físico excesivo o el consumo de alimentos salados.
Para evitar el edema fisiológico, se recomienda limitar la ingesta de sal, evitar el sobrecalentamiento y dar descanso al cuerpo. Después de eliminar los factores provocadores, la hinchazón desaparece por sí sola.
Edema patológico: cuándo se necesita ayuda
El edema patológico puede indicar gestosis, una condición peligrosa que se divide en cuatro etapas.
Hidropesía del embarazo: se manifiesta como hinchazón de piernas, brazos, cara y espalda baja, aumento de peso importante y fatiga.
Nefropatía: se añaden aumento de la presión arterial y aparición de proteínas en la orina.
Preeclampsia: Se presentan dolores de cabeza, problemas circulatorios, náuseas y tinnitus.
Eclampsia: se acompaña de convulsiones, pérdida de conciencia y requiere atención médica de emergencia.
Cómo lidiar con la hinchazón durante el embarazo
La restricción de líquidos no siempre está justificada: es importante beber alrededor de 1,5 litros al día, incluyendo sopas y bebidas. Sin embargo, se recomienda reducir la cantidad de sal en la dieta.
Los baños de pies fríos, los masajes ligeros y el reposo en posición acostada sobre el lado izquierdo para mejorar la circulación sanguínea en los riñones ayudan a eliminar el edema fisiológico. También son útiles los días de ayuno, por ejemplo, a base de requesón o manzanas.
Si la condición empeora, debe consultar a un médico. En algunos casos se prescriben medicamentos para prevenir complicaciones. El embarazo requiere una cuidadosa atención a su salud, y la asistencia oportuna ayudará a evitar consecuencias graves.
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