La chuleta al estilo de Kiev, uno de los platos más populares de la restauración soviética, se ha convertido desde hace tiempo en una leyenda del arte culinario. Mucha gente ha oído que esta receta se creó en honor de un importante acontecimiento histórico: la firma de los tratados de paz tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, pocos saben que sus orígenes se remontan más atrás y que el plato en sí no está directamente relacionado con Kiev.
La historia de la chuleta al estilo de Kiev se remonta a hace más de un siglo, y su receta se basaba en otra receta famosa: las chuletas Novomikhailovskiye, que eran populares a principios del siglo XX. Este plato, a pesar de la sencillez de los ingredientes, se convirtió en un símbolo de la restauración soviética, se ganó rápidamente el cariño del público y se incluyó en todas las guías de cocina de la época. Curiosamente, fuera de la URSS también se hizo popular e incluso entró en la cesta de la compra del inglés medio.
La característica principal de la chuleta al estilo de Kiev es su relleno de mantequilla. Aporta jugosidad y ternura al plato, creando un agradable contraste con el crujiente empanado. La mantequilla puede complementarse con eneldo, perejil u otras hierbas finamente picadas para realzar el sabor. La mantequilla preparada suele envolverse en film transparente y congelarse para que mantenga mejor su forma al cocinar la chuleta.
El proceso de cocinar una chuleta al estilo de Kiev requiere cierta habilidad. Primero hay que preparar el filete de pollo con hueso, quitándole la piel y el exceso de tendones. A continuación, se bate el filete hasta obtener el grosor deseado, se añade mantequilla congelada y se forma cuidadosamente una chuleta. Se presta especial atención al empanado: debe ser doble, lo que hace que la corteza quede crujiente y apetitosa.
La fritura de una chuleta al estilo de Kiev comienza en una freidora para conseguir una corteza dorada, y luego se pone a punto en el horno. Esta es una etapa importante que permite que la mantequilla del interior se derrita sin dañar la estructura del plato. Es costumbre servir la chuleta con un papillote en el hueso, que da al plato un aspecto estético adicional.
Es importante recordar que, al cortar la chuleta Kiev, hay que tener cuidado de no dejar que la mantequilla derretida salga demasiado deprisa. Se recomienda cortar con cuidado la chuleta cerca del hueso y dejar que la mantequilla salga poco a poco, empapando la guarnición, que puede estar representada por arroz blanco, perfectamente combinado con este plato.