Dieta durante el embarazo

Antes, el embarazo se consideraba una época en la que la mujer podía disfrutar de la comida sin restricciones, sin pensar en las consecuencias. Sin embargo, las investigaciones modernas demuestran que el exceso de peso antes y durante el embarazo puede provocar complicaciones graves, como hipertensión y diabetes gestacional. Por lo tanto, la cuestión del control del peso durante el embarazo es especialmente acuciante hoy en día.

Los estudios demuestran que incluso un pequeño aumento de peso durante el embarazo puede incrementar el riesgo de tener un bebé con sobrepeso. Este factor puede afectar a la salud del niño hasta los tres años de vida.

Para controlar el peso durante el embarazo, los médicos recurren a varios métodos. Uno de ellos es el cálculo del índice de masa corporal, que se realiza al principio y al final del embarazo. Esto permite hacer un seguimiento de los cambios de peso más preciso y sin estrés para las futuras mamás.

A pesar de que el peso de la futura mamá puede cambiar individualmente, se recomienda que el aumento de peso no supere los 10-12 kilos. El sobrepeso puede acarrear consecuencias indeseables, como hipertensión y otras complicaciones.

Algunas mujeres pueden enfrentarse a la idea de que es posible "comer por dos" durante el embarazo. Sin embargo, esto es un mito e incluso no está justificado aumentar las raciones. El proceso fisiológico del embarazo ya implica cambios de peso debidos al crecimiento del feto y a los cambios en el cuerpo de la madre.

Curiosamente, la mujer media aumenta unos 11,5 kilos durante el embarazo. Sin embargo, esta cifra puede variar en función del peso inicial de la mujer y de su IMC.

Es importante recordar que un aumento de peso significativo durante el embarazo no está necesariamente asociado a una lactancia exitosa. De hecho, la lactancia puede ayudar a perder peso después del embarazo, pero sólo si la madre amamanta a su bebé durante al menos seis meses.

Para mantener un peso saludable durante y después del embarazo, es importante seguir una dieta sensata y realizar una actividad física moderada. Además, es importante consultar a un médico y seguir sus recomendaciones sobre el control del peso y el estilo de vida.