La nutrición de las personas mayores requiere una atención especial, dados los cambios que se producen en el cuerpo y las necesidades del organismo que envejece. El equilibrio energético, el cumplimiento de los principios terapéuticos y preventivos y la combinación racional de nutrientes se convierten en principios fundamentales de la atención sanitaria a las personas mayores.
Equilibrio energético
Uno de los principios clave es el equilibrio energético, es decir, la adecuación del contenido calórico de los alimentos consumidos al gasto energético del organismo. En el caso de las mujeres mayores, se trata de una media de 2100-2300 kcal/día y, en el de los hombres, de 1900-2000 kcal/día. Esto garantiza el mantenimiento de la salud y la actividad de las generaciones mayores.
Características de la composición de la dieta
El carácter terapéutico y preventivo de la alimentación incluye la reducción del consumo de grasas de origen animal, la sustitución de la carne por pescado rico en ácidos grasos insaturados, así como el aumento de las sustancias lipotrópicas, las proteínas de origen animal y la fibra vegetal.
Dieta equilibrada en proteínas
Se recomienda observar una determinada proporción de proteínas: no más de 0,8 g por 1 kg de peso corporal ideal, preferencia por el requesón bajo en grasa, el queso, el pescado y los productos lácteos.
Nutrición teniendo en cuenta los micronutrientes
Es necesario enriquecer la dieta con oligoelementos como yodo, selenio, cobre, zinc, magnesio mediante el uso de hierbas aromáticas, marisco y otras fuentes naturales.
Régimen y cocina
Las comidas regulares de cinco a seis al día en pequeñas porciones, favoreciendo los tratamientos térmicos poco profundos, la cocción al vapor y el horneado ponen los alimentos a disposición del aparato masticador y mantienen activas las enzimas digestivas.
Gestión del equilibrio hídrico
Para mantener el equilibrio hídrico, se recomienda consumir entre 1,0 y 1,5 litros de líquido al día, prefiriendo las tisanas y la infusión de rosa mosqueta, y evitando el café y el té fuertes.
Cuidado de la salud con geroprotectores
Es importante incluir en la dieta geroprotectores y antioxidantes como las vitaminas A y C, el ácido fítico y la cisteína para mantener la salud general y protegerse de los radicales libres.
Cuidar la nutrición de los adultos mayores requiere prestar atención a todos los aspectos, desde las calorías hasta los micronutrientes, para garantizar un envejecimiento completo y saludable.