.jpeg)
En un esfuerzo por mantener la juventud, las mujeres se prestan a diversos experimentos, pero en Japón se han embarcado en algo sorprendente. Las japonesas modernas están optando por los caracoles en la lucha contra los signos del envejecimiento, y este método está atrayendo la atención de los medios de comunicación.
El moco de caracol, por sus propiedades rejuvenecedoras, se utiliza desde hace tiempo en cosmetología. Contiene ácido hialurónico, proteínas y antioxidantes esenciales para restaurar la elasticidad de la piel. Aunque hasta hace poco sólo existían productos cosméticos a base de moco de caracol, Japón ofrece ahora un método radical: aplicar caracoles vivos directamente sobre la piel.
El procedimiento, que se realiza en algunas clínicas de belleza, consiste en colocar caracoles sobre el rostro limpio de la mujer. La sesión dura aproximadamente una hora e incluye masaje facial, mascarillas y el uso de pulsos eléctricos. El coste de este procedimiento único es de 250 dólares. Los expertos afirman que la mucosidad del caracol ayuda a regenerar las células de la piel, y los propios caracoles ayudan a curar la piel dañada, incluidos los efectos de las quemaduras solares.
En uno de los salones de Tokio, los caracoles se alimentan de verduras orgánicas. Con su mucosa, los esteticistas crean cremas especiales. Este método, aunque suene inusual, tiene sus raíces en la antigüedad, e incluso Hipócrates describió cómo los caracoles molidos combinados con leche de soja combatían eficazmente la inflamación de la piel.
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
.jpeg)
