El hipo no es un fenómeno agradable que pueda alterar la rutina del día y minar nuestro estado de ánimo. A lo largo del tiempo se han transmitido métodos "de la abuela" de eficacia probada, como beber grandes sorbos de agua, inhalar profundamente y contener la respiración, o asustarse con un grito. No cabe duda de que funcionan, pero ¿qué hacer si no producen los resultados deseados?
La gimnasia laríngea y otros métodos pueden ser más productivos. Los ejercicios especiales para los músculos laríngeos, como levantar la úvula o utilizar los dedos para tapar las orejas y las fosas nasales, pueden ayudar a detener el hipo al actuar sobre las terminaciones nerviosas y evitar que se contraigan los músculos del diafragma.
Algunos consejos de cantantes profesionales incluyen hacer gárgaras con agua. Este método puede ser controvertido, pero puede mejorarse sustituyendo el agua por té y limón. Esta opción no sólo es más agradable, sino que también aliviará la garganta y tendrá un efecto positivo sobre los jugos gástricos.
Si el hipo está causado por un espasmo laríngeo, la "deglución en vacío" puede ser eficaz. Este método consiste en tragar saliva y contener la respiración brevemente, lo que afecta a los jugos gástricos y puede detener el hipo.
Si el hipo no es demasiado grave, también puede ayudar masajear el pecho o presionar el hoyuelo de la parte inferior del cuello. Es importante recordar que cada persona es única y que la eficacia de los métodos puede variar. Prueba distintas técnicas para encontrar la que mejor te funcione.