El té no es sólo una bebida deliciosa, sino también una valiosa fuente de salud. Muchos tés contienen polifenoles, compuestos naturales que actúan como potentes antioxidantes. Combinados con la cafeína, ayudan a acelerar el metabolismo y a oxidar las grasas, lo que convierte al té en un gran aliado en el proceso de pérdida de peso, según Medical News Today.
Los estudios confirman que el té verde, por ejemplo, favorece la pérdida de peso en sus bebedores. Las personas que consumieron té verde durante 12 semanas fueron capaces de perder una media de 1,3 kg sin cambios drásticos en su dieta. Otros estudios indican que el consumo regular de té se asocia con un IMC y unos niveles de grasa corporal más bajos.
Los estudios científicos también apuntan a una relación entre los polifenoles del té verde y un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, incluido el de próstata.
Científicos italianos realizaron un estudio que demostró que el té negro puede reducir la tensión arterial en personas con hipertensión y disminuir los efectos negativos de los alimentos grasos sobre la salud arterial y la tensión arterial. Este hallazgo sugiere que el consumo regular de té puede reducir significativamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio y enfermedades cardiovasculares.
Además, los polifenoles del té verde ayudan a mejorar la calidad y la resistencia de los huesos. Un estudio descubrió una reducción del 30% en el riesgo de fracturas de cadera en hombres y mujeres mayores de 50 años que consumían té.
El té también tiene efectos positivos sobre el bienestar mental. La cafeína y el aminoácido teanina presentes en el té ayudan a mejorar el estado de ánimo, aumentar la concentración y la capacidad de concentrarse en las tareas.
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