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El cuello y el escote son partes del cuerpo que a menudo delatan la edad real de una mujer. En ellas no se aplican procedimientos de cirugía plástica, por lo que su cuidado desempeña un papel importante. En este artículo, veremos las reglas del cuidado de la piel del cuello, recordando que el cuidado facial no debe limitarse a la barbilla. Descuidar la piel del cuello es concederle un envejecimiento precoz.
Afortunadamente, la piel grasa del cuello es poco frecuente, y la mayoría de los problemas pueden resolverse con decocciones de hierbas, compresas y mascarillas nutritivas.
Las mascarillas a base de semillas de lino ayudan a que la piel quede tersa y suave. Para preparar una mascarilla de este tipo, se vierten dos cucharadas de semillas de lino en dos vasos de agua y se hierven hasta que el volumen de la semilla se reduzca a la mitad. La masa resultante debe untarse en el cuello y, a continuación, cubrirse con papel pergamino y una toalla. Después de 10-15 minutos, la máscara se debe lavar con agua fría. Esta mascarilla también se puede utilizar para la cara, sobre todo si se tiene la piel normal o seca.
La mascarilla de puré de patatas hervido ayuda a limpiar, restaurar y renovar la capa superior de la piel, dejándola suave y firme.
Una mascarilla de patatas crudas ayuda a suavizar, hidratar y alisar la piel, sobre todo si es seca, escamosa y propensa a la irritación.
Para preparar una mascarilla de alubias hay que hervir un vaso de alubias, luego pasarlas por un colador o amasarlas con un mazo y añadir una cucharada de aceite vegetal y otra de zumo de limón. Aplicar sobre la piel del cuello, dejar actuar 20 minutos y lavar con agua tibia y luego fría. La mascarilla de alubias es adecuada para todo tipo de pieles, blanquea, refresca y previene el envejecimiento prematuro.
Siguiendo estos consejos y cuidando regularmente la piel del cuello, podrás mantenerla joven y firme durante años.
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