¿Quién dice que tener un bebé después de los treinta o cuarenta años es demasiado tarde? Sin duda, los médicos fueron los primeros en plantear esa preocupación. Incluso acuñaron su propio término para las mujeres que dan a luz después de los 28: "mujeres de edad avanzada". Aunque resulte ofensivo pronunciar esta palabra, se basa en hechos reales. Al fin y al cabo, a partir de los 35 años aumenta el riesgo en el embarazo y hay dificultades adicionales asociadas. Pero a pesar de todo, hay algunos aspectos positivos a tener en cuenta....
Muchas actrices famosas de Hollywood han sido madres después de los treinta. Los ejemplos de estrellas como Madonna, Salma Hayek, Helen Hunt, Nicole Kidman y Halle Berry demuestran que es posible incluso después de los cuarenta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que suelen tener unas condiciones ideales y pueden permitirse hacer frente a problemas de salud. Pero, ¿y las mujeres corrientes? ¿Deben arriesgarse a dar a luz a una edad tardía?
A pesar de los riesgos, quedarse embarazada después de los 35 puede tener sus ventajas. Una de ellas es que, durante este periodo, el cuerpo de la mujer experimenta una especie de reevaluación. Los cambios hormonales pueden tener un efecto positivo en el organismo, ayudando a combatir enfermedades. Así lo demuestran los datos médicos. Algunos médicos afirman que el embarazo puede tener un efecto rejuvenecedor.
Estudios franceses han demostrado que tener un hijo puede "quitar" unos 3,5 años a la edad visual de una mujer. ¡Esto significa que incluso tres hijos pueden combinarse con la juventud! En la medicina moderna, también es posible quedarse embarazada más tarde, incluso después de los 50 o 60 años. Puede parecer insólito, pero para muchas mujeres, tener un bebé es la personificación de la alegría por la que están dispuestas a correr riesgos.
El embarazo después de los 35 puede ser el resultado de una larga espera. Los hijos de madres de 35-40 años suelen tener un intelecto más desarrollado. Esto puede deberse a que las mujeres se preparan conscientemente para el embarazo, cuidan su salud y siguen de cerca el desarrollo del bebé. El hijo tan esperado adquiere una atención y unos cuidados especiales.
Por supuesto, el embarazo después de los 35 no está exento de dificultades. Con la edad, aumentan los riesgos para la salud tanto de la madre como del hijo. También hay que tener en cuenta la pesada carga de trabajo que supone criar a un hijo. Aunque algunas mujeres a esta edad se mantienen sanas, no son infrecuentes las enfermedades crónicas. Por eso, antes de tomar una decisión, merece la pena sopesar detenidamente todos los pros y los contras.