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Los beneficios del té para la salud han sido confirmados por numerosos estudios. Se cree que los tés más beneficiosos son los menos procesados: blanco, verde y diversas infusiones.
Las infusiones se elaboran con flores, hojas, semillas y raíces de plantas que se vierten en agua hirviendo y se dejan reposar durante quince minutos.
Hay muchos tipos de infusiones cultivadas con distintos fines, desde medicinales hasta culinarios y espirituales. Suelen utilizarse las partes verdes de las plantas. Las hierbas medicinales pueden ser árboles o arbustos, mientras que las culinarias no son árboles.
El té blanco se elabora con los brotes jóvenes o las hojas de la planta Camellia Sinensis. Las hojas se cuecen al vapor, se tuestan y se secan. El té verde se elabora con hojas maduras. Ambos tipos de té contienen polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el cáncer.
Es importante consultar a un médico antes de consumir grandes dosis de té para prevenir enfermedades, ya que puede acarrear problemas de salud. Por el momento, no existen datos fiables sobre los efectos nocivos del consumo de té.
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