¿Cuáles son las causas de las pesadillas?

Los terrores nocturnos son sueños perturbadores en los que una persona experimenta miedo y rabia. Pueden empezar en la primera infancia y desaparecer a los 10-12 años, pero para algunas personas siguen siendo un problema de por vida. Los psiquiatras señalan que antes de los 13 años, niños y niñas son igual de susceptibles a las pesadillas, pero después de esta edad, las niñas son más propensas a experimentarlas.

Los terrores nocturnos pueden ser terriblemente realistas y provocar sentimientos de ansiedad y preocupación. Sin embargo, no suelen tener una base real. La excepción es cuando las pesadillas se vuelven regulares, lo que puede indicar diversos trastornos mentales o físicos.

El estrés es una de las principales causas de las pesadillas. Incluso las situaciones estresantes cotidianas, como los problemas en el trabajo o en la escuela, pueden desencadenarlas. Los cambios importantes en la vida, como la muerte de un ser querido o una mudanza, también pueden desencadenar pesadillas.

Los traumas suelen ir acompañados de pesadillas. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede manifestarse a través de pesadillas tras accidentes e incidentes.

Ver películas y leer libros de miedo antes de acostarse también puede desencadenar pesadillas, sobre todo en personas impresionables.

Consumir alimentos antes de acostarse puede activar el cerebro y estimular las pesadillas. Las pesadillas también pueden estar asociadas a enfermedades, especialmente a la fiebre.

Ciertos medicamentos, como antidepresivos, analgésicos y otros, pueden provocar pesadillas. El alcohol y las drogas también pueden ser responsables de su aparición.

La mayoría de las pesadillas se producen durante la fase de movimientos oculares rápidos (MOR) del sueño, que se alarga a medida que aumenta la duración del sueño. Esta fase es más frecuente en la segunda mitad de la noche, lo que aumenta la probabilidad de pesadillas.