¿Deben los amigos arriesgar sus relaciones?

Cuando los hombres y las mujeres comienzan a ser amigos, a veces surge la pregunta: ¿es posible mantener la amistad si la relación pasa al ámbito íntimo? A menudo la iniciativa viene de los hombres y con el tiempo estas relaciones terminan o se transforman en relaciones sexuales. ¿Pero es esto siempre una buena idea? ¿Qué aporta el sexo amistoso y cuáles son sus posibles consecuencias?

El principal beneficio del sexo amistoso es la falta de compromiso. Las parejas que deciden que su relación se limitará a la intimidad física evitan muchos de los aspectos formales inherentes a las relaciones románticas tradicionales. Esto le permite evitar la presión, el compromiso y las expectativas que a menudo acompañan a las relaciones más serias. Sin embargo, es importante que ambas personas entiendan los límites y las condiciones de su interacción, de lo contrario uno de los socios puede comenzar a esperar algo más, lo que casi siempre conduce a una ruptura.

Por otro lado, el sexo amistoso puede ser una opción extremadamente conveniente para las personas que no tienen el tiempo o el deseo de involucrarse en un romance tradicional. No hay necesidad de perder el tiempo en citas, regalos y en descubrir los gustos del otro. Aquí todo está claro: dos personas lo saben todo el uno del otro, incluidos sus defectos, y se sienten cómodos tanto emocional como físicamente. Este tipo de relaciones no requieren un largo período de “luna de miel”, lo que las hace atractivas para personas con tiempo limitado.

Sin embargo, este formato de relaciones no debe significar que los socios serán amantes “perezosos”. Esto no es motivo para la inacción y la indiferencia. Es importante que ambas personas obtengan satisfacción de la intimidad, pero sin presiones ni grandes expectativas. Y aunque estas relaciones no deben discutirse con amigos, lo principal es la honestidad entre los socios. Si uno de ellos se niega a reunirse, el otro deberá respetar esta decisión sin forzar ni ofenderse.

Sin embargo, este enfoque tiene sus inconvenientes. Uno de los miembros de la pareja puede empezar a hacer planes para el futuro, esperando que el sexo amistoso se convierta en algo más. Esto puede tener consecuencias desagradables, ya que, por regla general, dichas expectativas no son mutuas y, en el contexto de la incomprensión, surgen los celos y el resentimiento. Las emociones y el sexo son cosas que no siempre deben cruzarse, de lo contrario pueden destruir no solo la amistad, sino también la confianza.

Al final, este tipo de relaciones pueden llevar al colapso de la amistad. A menudo, la transición a un nivel íntimo destruye la dinámica sobre la que se construyeron las relaciones amistosas. Si ambos miembros de la pareja deciden que quieren continuar su amistad después del sexo, tendrán que tener cuidado, evitar situaciones íntimas y tal vez incluso limitar el tiempo juntos para evitar que las emociones se descontrolen.