Cómo afecta la comida al estado de ánimo y al estado interno

A veces atribuimos nuestro mal humor al estrés, al cansancio o al aburrimiento, sin darnos cuenta de que el problema puede ser una simple falta de vitaminas y microelementos. Resulta que lo que comemos afecta directamente cómo nos sentimos. Algunos alimentos pueden favorecer tu estado emocional, mejorar tu bienestar e incluso aumentar tus niveles de felicidad. Lo principal es saber cuáles funcionan realmente.

Antes de cambiar tu dieta, puede ser útil consultar con tu médico o realizarte pruebas básicas. El problema es que las deficiencias de nutrientes se manifiestan de forma diferente en cada persona. A algunas personas les falta magnesio, a otras les falta yodo o vitamina D. Pero hay elementos universales que son importantes para mantener un estado emocional positivo en cada persona.

La vitamina B12, por ejemplo, tiene un impacto directo en el sistema nervioso y los niveles de energía. Se encuentra en productos animales como carne de res, pescado, leche y huevos. Si te sientes apático, débil o irritable sin motivo alguno, quizá deberías prestar atención a esta vitamina. Al añadir pescado, mariscos o requesón a su dieta, podrá sentir una oleada de fuerza y ​​energía.

El yodo es otro oligoelemento importante, especialmente para aquellos con falta de concentración o cambios de humor. Introduzca en su menú algas, pescado de mar, caquis, manzanas y utilice sal yodada. Esto ayudará no sólo a su glándula tiroides, sino también a su resistencia general al estrés.

El magnesio no es menos importante. Es responsable de la capacidad del cuerpo para relajarse, ayuda con la ansiedad y los trastornos del sueño. Los frutos secos, las verduras de hojas verdes oscuras, las legumbres, los plátanos e incluso el chocolate negro son ricos en magnesio. Si te persigue una sensación de cansancio, probablemente se deba a la falta de éste.

También es importante recordar los ácidos grasos Omega-3, que afectan la función cerebral y mejoran el estado emocional. El salmón, la caballa, las nueces, los aceites de linaza y de canola son excelentes fuentes de estas grasas saludables. Reducen el nivel de inflamación en el cuerpo y también mantienen un estado de ánimo estable.

La variedad y la moderación son los principios fundamentales de una nutrición “feliz”. No es necesario que renuncies por completo a tus comidas favoritas ni que comas siguiendo un horario. Lo principal es que la dieta sea equilibrada. Compleméntalo con paseos, actividad física regular y tus actividades favoritas y tu cuerpo te lo agradecerá.