Cómo alargar la vida y hacerla más sana

Mucha gente se preocupa por su afición a los dulces, asegurando que cada brownie o tableta de chocolate acorta su vida y provoca kilos de más. Sin embargo, es importante recordar que no siempre es así. El apego a los dulces es tan fuerte que el cerebro reacciona ante ellos como una fuente de alegría, y renunciar a ellos se convierte en una verdadera lucha. El impacto psicológico puede ser tan fuerte que a veces no podemos resistirnos, aunque seamos conscientes de que no es bueno para nuestra salud.

El primer paso para combatir la adicción a los dulces es reducir al mínimo el contacto visual con la tentación. Si pasas a menudo por delante de una tienda con deliciosos postres, prueba a cambiar de ruta. Puede parecer insignificante, pero este planteamiento ayuda a reducir la probabilidad de caer en la tentación y a mejorar el autocontrol. Es importante recordar que romper los hábitos lleva tiempo y esfuerzo, pero cada paso en la dirección correcta te hace más fuerte.

Otro paso útil puede ser sustituir los placeres habituales, como los dulces, por placeres más sanos y duraderos. Por ejemplo, en lugar de comerte un trozo de tarta, date un baño caliente con aceite de naranja o cómprate una pequeña baratija que te haga feliz durante mucho más tiempo que un capricho puntual. Esto te ayudará a formar nuevos hábitos que te mantendrán a largo plazo.

No te olvides del café, que, consumido con moderación, puede tener efectos positivos en tu salud. La cafeína ayuda a reducir el riesgo de ciertas enfermedades, incluido el cáncer, y puede mantener los músculos, lo que es bueno para las personas que desean mantenerse activas y en forma. El café es especialmente beneficioso para las personas mayores de 50 años, ya que ayuda a mantenerse alerta y con energía a pesar de la edad.

Mantenerse en forma requiere cuidado y atención al cuerpo. Es importante comprobar regularmente el nivel de vitamina D en el organismo, ya que su deficiencia puede provocar un aumento de peso. Incluir en la dieta alimentos ricos en esta vitamina, como el pescado y los quesos, así como pasar tiempo al sol ayudará a mantener unos niveles óptimos de la vitamina. Además, los masajes no sólo son relajantes, sino que también estimulan la producción de vitamina D, por lo que son beneficiosos para la salud.

Para mejorar la calidad de vida y prolongarla, merece la pena reducir el tamaño de las raciones, sobre todo cuando se comen alimentos sanos. Reducir las raciones al menos un tercio puede ayudarle no sólo a mantener un peso óptimo, sino también a mejorar su salud. Siguiendo estas sencillas pautas, puede mejorar significativamente su salud y posiblemente regalarse años adicionales de vida activa y plena.