Cómo convertirse en la mujer que un hombre sueña ser

Toda mujer sueña con ser la más deseada para su hombre, pero ¿qué se necesita para ser la amante perfecta? Es importante entender que el amante ideal no es un “destructor de familias”, sino una mujer que sabe hacerse deseada y amada, proporcionando a su pareja satisfacción emocional y física. Una amante es una mujer que está dispuesta y es capaz de hacer todo lo posible para que su hombre se sienta feliz y solicitado.

El primer paso hacia la excelencia en este rol es la confianza en uno mismo. Es muy importante para un hombre que su pareja se ame, sepa su valor y no sea fácilmente accesible. Una mujer no tiene que ser bella, pero debe ser inteligente, segura de sí misma y entender lo que quiere de una relación. Aunque parezca paradójico, los hombres valoran la inteligencia en las mujeres. Napoleón, por ejemplo, elegía a una mujer para la noche no sólo basándose en su apariencia, sino también en su inteligencia. La historia recuerda cómo él especificó que su compañera debía ser inteligente, porque la conversación con una mujer estúpida no le daba placer.

Pero la inteligencia no es lo único que atrae a los hombres. La sexualidad también juega un papel clave. Un hombre debe sentir que su pareja emite un aura de deseo. Una mujer liberada en sus deseos y que no se avergüence de ellos será mucho más atractiva para un hombre. Pero lo principal es el amor por el sexo. El amante ideal no se limita a cumplir con sus obligaciones en la cama, sino que disfruta del proceso, obtiene placer y participa activamente en la vida íntima.

Para convertirse en el amante ideal, es importante comprender qué necesita un hombre en el sexo y qué factores pueden hacer que lo abandone. La variedad es la primera regla. El sexo que se vuelve rutinario rápidamente se vuelve aburrido. Para mantener la pasión, es necesario introducir regularmente novedades en la relación: nuevas posiciones, lugares, juguetes; esto ayudará a mantener el interés. Es importante recordar que los hombres a menudo tienen sus propias fantasías y es importante estar preparado para hacerlas realidad. Si algo no te agrada es mejor decirlo pero hazlo con respeto para no alejar a tu pareja.

La capacidad de dar placer es otro aspecto importante. La armonía sexual en las relaciones depende del conocimiento y la experiencia. Una mujer que se esfuerza por conocer a su pareja, sus preferencias y no tiene miedo de experimentar siempre será mejor que aquella que no quiere invertir en la relación. No tengas miedo de leer libros como el Kama Sutra y probar cosas nuevas. La capacidad de dar placer es un arte que se desarrolla con la experiencia y el deseo.

Pero quizás lo más importante es ser tú mismo. No debe haber artificialidad en el sexo. Muestra tus emociones, no te reprimas, grita, gime, susurra palabras en su oído: todo esto hace que el sexo sea real y apasionado. El silencio y la moderación en el sexo a menudo significan que falta algo y que la relación está perdiendo su chispa.

Para mantener la armonía en tu vida íntima, necesitas seguir varias reglas importantes. Primero, no critiques sus habilidades sexuales ni lo compares con otros. En segundo lugar, no utilices el sexo como una forma de castigo o manipulación. Y por último, nunca le digas que no estás satisfecha, porque eso puede crearle un complejo de inferioridad. En una relación ideal, ambos socios se ayudan mutuamente a deshacerse de los complejos y se sienten seguros y felices.

Entonces, para convertirse en un amante ideal, es importante combinar la confianza en uno mismo, la sexualidad, la capacidad de dar placer y la sinceridad en las relaciones. Si una mujer entiende lo que quiere un hombre y está dispuesta a experimentar para mejorar la relación, entonces su hombre no buscará otras mujeres.