Cuando un niño pasa de ser un niño pequeño a convertirse en un adolescente, su vida se llena de muchos cambios. No sólo el desarrollo físico influye en su comportamiento, sino también las transformaciones psicológicas, que pueden ser las más impredecibles para él. Esta época se convierte en un período de duda y búsqueda de uno mismo, cuando el mundo que nos rodea parece familiar y completamente nuevo.
Uno de los cambios más notables es la forma en que el niño comienza a verse a sí mismo. Se vuelve más tímido y, a veces, encuentra defectos físicos en sí mismo que le molestan. En este momento aparecen nuevas preocupaciones sobre la propia apariencia. Sin embargo, no siempre es fácil darse cuenta de que la transformación física es una parte normal del crecimiento. Puede aparecer una angulosidad en su forma de andar, porque su cuerpo está creciendo demasiado rápido y el niño necesita tiempo para acostumbrarse a estos cambios.
Las fluctuaciones psicológicas en un adolescente tampoco son infrecuentes. O busca la independencia y comienza a comportarse de manera grosera, rechazando la atención y el cuidado de sus padres, luego nuevamente busca el apoyo de su madre, quiere sentirse pequeño como antes. Este período de cambios de humor puede ser doloroso tanto para el niño como para los padres, y es importante comprender que se trata de un proceso normal de crecimiento.
Además de todo esto, la adolescente comienza a buscar ídolos. Al principio pueden ser del mundo del deporte o del espectáculo, y más tarde, de estrellas del sexo opuesto. El primer amor tampoco se hace esperar. El niño comienza a experimentar nuevos sentimientos, pero todavía no siempre puede comprender qué sucede exactamente dentro de él. Estas experiencias están ocultas a los demás porque el adolescente no siempre está dispuesto a reconocerlas o compartirlas.
Con la edad, el niño se vuelve más independiente y lucha por la independencia. Esto conduce a frecuentes conflictos con los padres. Exige libertad sin comprender plenamente que la libertad debe ser una responsabilidad justificada. Es importante recordar que el adolescente realmente tiene miedo de esta libertad, a pesar de sus exigencias. Todavía necesita orientación y límites de los adultos para sentirse seguro. El rechazo de los padres a cualquier responsabilidad sólo puede aumentar su ansiedad.
El consejo de los padres puede desempeñar un papel clave durante este período. Hablar de decisiones y sugerencias con tu hijo le ayudará a darse cuenta de que sus padres lo comprenden y lo apoyan en los momentos importantes. Cuando los niños ven que los adultos están dispuestos a escuchar y hacer recomendaciones informadas, pueden tomar mejores decisiones saludables. Es importante crear una atmósfera de confianza y apoyar al adolescente, incluso si su comportamiento a veces pone a los padres en una situación difícil.
La adolescencia es una época de cambios y de autodescubrimiento. Para facilitar este período, es importante mantener una comunicación abierta con su hijo y comprender sus necesidades psicológicas.
e-news.com.ua