Nutrición para el rendimiento deportivo

Cuando observamos personas con hermosas figuras, a menudo tenemos la sensación de que es imposible lograr tales resultados. Sin embargo, el secreto no está en las dietas milagrosas o en las características genéticas, sino en el enfoque correcto de la nutrición. Para tener un cuerpo tonificado y sentirse sano y con energía, es importante cambiar tus hábitos gastronómicos.

elegir productos de calidad
Al comprar alimentos, trate de tener cuidado. Los envases llamativos y los eslóganes publicitarios pueden resultar confusos, por lo que es mejor evitar los alimentos procesados ​​que puedan contener aditivos nocivos. Prefiere alimentos frescos y naturales como carne, pescado, verduras y frutas. En lugar de salchichas y productos enlatados, elija alimentos integrales que le proporcionen a su cuerpo los nutrientes que necesita.

cocinar los alimentos adecuadamente
Los métodos de cocción también juegan un papel importante. Intenta evitar freír ya que aumenta el contenido de grasas y sustancias nocivas. Es mejor cocinar al vapor, hornear o hervir. Utilice condimentos bajos en calorías, como jugo de limón o salsa de soja, para agregar sabor sin agregar calorías adicionales.

sigue la dieta
Comer regularmente ayudará a evitar comer en exceso. Lo óptimo es comer 5-6 veces al día en pequeñas porciones. Esto no sólo mantiene sus niveles de azúcar en la sangre, sino que también le ayuda a evitar el hambre, lo que reduce el riesgo de comer bocadillos con alimentos no saludables. Elija alimentos de digestión lenta como carnes magras, pescado, cereales y verduras.

no comas en exceso por la noche
La cena debe ser ligera, especialmente si no planeas hacer actividad física después. Es mejor elegir verduras o ensaladas ligeras en lugar de guarniciones pesadas. Sin embargo, si hace ejercicio por la noche, asegúrese de tomar un refrigerio abundante después del entrenamiento para reponer energía.

coma una dieta variada y planifique con anticipación
Para evitar refrigerios no saludables mientras viaja, lleve siempre consigo alimentos saludables. Prepara porciones de pollo, pescado o verduras con cereales para mantener tus niveles de energía durante todo el día. Los contenedores convenientes ayudarán a mantener los alimentos frescos y fáciles de transportar.

controla tu nivel de hidratación
Es importante recordar beber suficiente agua. El agua ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos y favorece la recuperación después del ejercicio. Evite las bebidas carbonatadas y azucaradas, prefiriendo el agua pura. Trate de beber al menos entre 1,5 y 2 litros de agua al día para mantener niveles óptimos de hidratación.

sé consciente de tu dieta
Por último, trate de no hacer de la comida un culto. A menudo comemos no sólo por hambre, sino también por estrés, aburrimiento o costumbre. Ser consciente de la ingesta de alimentos le ayudará a evitar comer en exceso. Come en un ambiente tranquilo, disfruta del proceso y escucha las señales de tu cuerpo. Intenta organizar días de “ayuno” una vez a la semana, en los que puedas darte un capricho con tus comidas favoritas, pero no olvides volver a una alimentación saludable.