La alimentación en los primeros años de vida juega un papel decisivo a la hora de sentar las bases de la salud del niño. Según los resultados de un estudio de Nutrilife, la nutrición de la mayoría de los niños rusos de entre uno y tres años no cumple con los estándares recomendados. Esto puede tener graves consecuencias para su salud futura, incluidas la obesidad, la anemia y otras enfermedades. El problema fue discutido en una mesa redonda con la participación de expertos, donde se destacó que una nutrición adecuada es la base para un desarrollo saludable.
Un factor importante que influye en la nutrición de los niños es la influencia de las tradiciones y el entorno familiar. Los padres a menudo confían en su propia experiencia o en los consejos de sus padres, lo que conduce a una atención insuficiente a la nutrición de sus hijos. Esto es especialmente cierto después del primer año de vida, cuando los niños comienzan a cambiar a alimentos para adultos y muchos padres dejan de controlar cuidadosamente su dieta. Sin embargo, las investigaciones muestran que una dieta desequilibrada puede causar daños importantes al cuerpo de un niño.
Los mitos de que los niños solían comer de forma sencilla y estaban sanos no siempre son ciertos. La ecología y los productos alimenticios modernos son muy diferentes a los del pasado. El uso de pesticidas, alimentos genéticamente modificados y diversos aditivos químicos cambia la composición de los alimentos. Por ello, los médicos y nutricionistas recomiendan elegir cuidadosamente los alimentos para los niños y controlar su adecuada nutrición.
Según un estudio de Nutrilife, muchos bebés rusos están empezando a comer alimentos para adultos demasiado pronto, como patatas fritas, salchichas y patatas fritas. Esto resulta en una falta de vitaminas y minerales importantes como el calcio y el hierro, lo que puede afectar negativamente a su salud. Es especialmente importante proporcionar a los niños suficiente hierro, ya que la deficiencia de hierro puede provocar enfermedades respiratorias frecuentes y otros problemas de salud.
Los expertos también señalan que los padres a menudo subestiman la importancia de una dieta equilibrada para el desarrollo físico e intelectual del niño. Los trastornos alimentarios pueden provocar retrasos en el desarrollo, disminución de la inmunidad y otros problemas. Es importante no solo alimentar correctamente a su hijo, sino también buscar ayuda médica de manera oportuna y no confiar en consejos de Internet o fuentes dudosas.
La solución del problema requiere esfuerzos conjuntos del Estado, la comunidad médica y las empresas. La introducción de normas nutricionales para niños de uno a tres años a nivel estatal ayudará a mejorar la situación y sentará las bases para una generación futura sana.
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