La caída del cabello es un proceso natural que se da en todas las personas. Se considera que la norma es la pérdida de 60 a 100 cabellos por día, y en tales casos no hay necesidad de preocuparse, ya que en lugar del cabello perdido crece cabello nuevo. Sin embargo, si nota desviaciones significativas de la norma, vale la pena pensar en las causas de este proceso y los métodos de tratamiento.
El primer paso es hacer una prueba sencilla: coger un mechón de pelo que se haya caído y examinar la punta. Si no tiene una bolsa oscura, entonces todo está bien. Sin embargo, si existe una bolsa de este tipo y después de tres días de cabello sin lavar, al arrancar un mechón quedan más de cinco pelos, esto puede indicar una pérdida patológica del cabello que requiere una intervención inmediata.
deficiencia de hierro
Una de las causas más comunes de caída del cabello en las mujeres es la deficiencia de hierro. Esto se debe a la pérdida regular de sangre durante la menstruación, así como a dietas estrictas. Con la deficiencia de hierro, la piel se vuelve pálida, aparecen debilidad, somnolencia y letargo. Para confirmar o refutar este motivo, debe realizarse un análisis de sangre. Si se confirma el diagnóstico, se recomienda ingerir más alimentos ricos en hierro o tomar suplementos especiales.
influencia del estrés
El estrés es otro factor importante que afecta la condición del cabello. Las experiencias nerviosas únicas no causan daños graves: los vasos sanguíneos del cuero cabelludo se restauran y se detiene la caída del cabello. Sin embargo, el estrés frecuente puede provocar una vasoconstricción crónica, lo que perjudica significativamente el suministro de sangre a los folículos pilosos y provoca una caída progresiva del cabello.
enfermedades y medicamentos
Ciertas afecciones médicas, como problemas de tiroides, anemia, diabetes e inflamación, también pueden provocar la caída del cabello. Además, existen muchos medicamentos que provocan la caída del cabello como efecto secundario. Estos incluyen anticonceptivos, medicamentos para la presión arterial alta, diuréticos, antidepresivos y esteroides. Si las instrucciones de su medicamento indican tal efecto secundario, consulte a su médico para encontrar una alternativa.
cuidado inadecuado del cabello
El manejo descuidado del cabello, el uso regular de tinte, permanente, secador de pelo y rizadores pueden afectar negativamente su salud. El uso constante de pelucas, postizos, trenzas apretadas y raya en un solo lugar también ayuda a debilitar los folículos pilosos. Si es imposible rechazar estos procedimientos, se recomienda darle tiempo al cabello para que se recupere y utilizar productos protectores.
influencia de las hormonas y las dietas
Los cambios hormonales asociados con la menopausia, la adolescencia y el embarazo pueden provocar la caída del cabello debido al aumento de los niveles de testosterona. En tales casos, el tratamiento puede incluir terapia hormonal, pero antes de iniciarla es importante consultar a un tricólogo. También vale la pena considerar que algunos suplementos dietéticos, especialmente aquellos que contienen selenio o metales pesados, pueden contribuir a la caída del cabello.
efectos de la cafeina y el alcohol
Puede producirse un suministro deficiente de sangre al cuero cabelludo debido al consumo frecuente de café, que primero dilata los vasos sanguíneos y luego los estrecha bruscamente. Si se añade alcohol al café, por ejemplo coñac o licor, su efecto negativo sobre el cabello aumenta significativamente. Para mantener un cabello sano es importante controlar el consumo de estas bebidas e intentar minimizar su efecto en el organismo.