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La variabilidad femenina siempre ha sido objeto de bromas y anécdotas. Hoy alegría, mañana lágrimas: estos cambios de humor a menudo se explican por la influencia de las hormonas, especialmente los estrógenos. Esta hormona es responsable de muchos aspectos de la vida de una mujer, desde la apariencia hasta la salud reproductiva. Pero, ¿qué sucede cuando el estrógeno en el cuerpo no se comporta como debería? Resulta que no se trata sólo de su nivel, sino también de cómo se procesa en el cuerpo.
Estrógeno bueno y malo: ¿qué significa?
El estrógeno es la hormona clave que convierte a una mujer en mujer. Desempeña un papel central en el funcionamiento del sistema reproductivo, afectando nuestra apariencia, el estado de nuestra piel, cabello e incluso la fuerza de nuestros huesos. Gracias al estrógeno, las mujeres tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, porque tiene un efecto protector sobre el corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, no todos los estrógenos son iguales. Recientemente, los científicos han descubierto que cuando se descompone en el organismo se forman dos partes: una de ellas es beneficiosa para la salud y la otra puede ser perjudicial.
el efecto del estrógeno en el cuerpo femenino
Es difícil sobreestimar el efecto positivo de los estrógenos en el cuerpo. Interviene en casi 400 funciones corporales, desde regular el ciclo menstrual hasta mantener la salud del corazón y los vasos sanguíneos. El estrógeno también es responsable de una piel joven y fresca, del brillo del cabello y de la elasticidad de los músculos. Pero, lamentablemente, los efectos positivos de esta hormona se asocian únicamente con su componente "bueno". La parte "mala" del estrógeno puede causar muchos problemas, incluidos períodos dolorosos, síndrome premenstrual e incluso una mayor probabilidad de cáncer.
¿Cómo evitar consecuencias negativas?
Para reducir la influencia del estrógeno "malo", es importante mantener el equilibrio en el cuerpo. Desafortunadamente, no podemos influir en todos los factores: la edad, la genética y el medio ambiente quedan fuera de nuestro control. Pero hay aspectos que podemos cambiar. En primer lugar, debes evitar el estrés. La tensión afecta negativamente la producción de hormonas y puede aumentar la producción de estrógeno "malo".
El movimiento y una nutrición adecuada son la clave para la salud.
La actividad física regular es otra forma de mantener las hormonas equilibradas. Sin embargo, lo importante no es el entrenamiento extremo, sino las cargas moderadas. Es mejor caminar algunas paradas cada día o utilizar las escaleras en lugar del ascensor.
Se debe prestar especial atención a la nutrición. Por ejemplo, el brócoli contiene la sustancia DIM, que ayuda a aumentar la cantidad de estrógeno "bueno" en el cuerpo. Es cierto que para obtener un efecto notable es necesario comer alrededor de un kilogramo de este repollo al día, pero por el bien de la salud y la belleza esto puede estar justificado.
futuro de la investigación sobre estrógenos
El estrógeno es una de las hormonas más importantes del cuerpo de la mujer y se continúan investigando sus propiedades. Los científicos esperan que en el futuro podamos regular más eficazmente el metabolismo hormonal aumentando la proporción de estrógeno "bueno". Esto permitirá a las mujeres mantener la juventud, la belleza y la salud por más tiempo.
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