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Las frutas frescas son un verdadero tesoro de vitaminas, especialmente necesarias para nuestro cabello en la estación fría. Pueden ser un ingrediente estupendo para la preparación de mascarillas que te ayudarán a mejorar el estado de tu cabello. Aquí tienes algunas recetas sencillas:
Una mascarilla de manzana es ideal para los cabellos con tendencia a engrasarse. Ralla la pulpa de una manzana, añade 2 cucharadas de zumo de limón y vinagre de sidra de manzana. Aplica la mezcla sobre el pelo limpio, envuelve la cabeza y, pasados 30 minutos, lávala con agua tibia.
La mascarilla de plátano es perfecta para el pelo quebradizo y sin brillo. Tritura la pulpa de un plátano y añade una cucharada de aceite de oliva o trementina. Extienda la mascarilla sobre el cabello, envuélvase la cabeza y lávese el pelo después de 30 minutos.
La mascarilla de albaricoque cuida el cabello dañado y seco. Tritura la pulpa de dos albaricoques y añade 2 cucharadas de aceite de oliva. Aplícala sobre el cabello, envuélvete la cabeza y aclárala después de 30 minutos.
La mascarilla de melocotón ayuda con los cabellos partidos. Tritura un melocotón grande, añade 3 cucharadas de leche y 1 cucharada de aceite de nabo. Aplicar sobre el cabello, evitando las raíces, envolver la cabeza y después de 30 minutos lavar.
La mascarilla de uva es adecuada para el pelo teñido. Tritura un racimo de uvas en la batidora, añade 1 cucharada de aceite de nabo y miel líquida. Extiéndelo por el pelo, envuélvete la cabeza y retíralo con champú después de 1 hora.
Se recomienda utilizar estas mascarillas una vez a la semana durante 1-2 meses, y después hacer una pausa. Le ayudarán a fortalecer y mejorar el estado de su mechón.
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