Bienestar mental: la relación entre sueño y ansiedad

Tendemos a creer que la tensión mental y las situaciones estresantes provocan trastornos del sueño. Los sentimientos de ansiedad desmedida, la fatiga rápida indican que lo que se necesita es dormir bien. Según los investigadores del Instituto Berkeley de California, un sueño insuficiente genera una ansiedad excesiva. Esto se debe a la activación del cuerpo en forma de almendra (amígdala/amígdala), que desempeña un papel clave en la formación de las emociones, y de la zona del córtex insular del cerebro.

Los científicos realizaron pruebas con dieciocho jóvenes. En el transcurso del experimento, se mostraron imágenes neutras y ansiosas, así como su combinación. Los sujetos estudiaron las imágenes dos veces: al principio, tras una noche completa de sueño y, después, tras sufrir insomnio. Se utilizó la encefalografía para evaluar la calidad del sueño. Se pidió a los participantes en el estudio que describieran sus sentimientos sobre lo que habían visto. Antes de las pruebas, se comprobaron los niveles de ansiedad de cada persona y, como resultado, no se encontraron sujetos con valores críticos.

La visualización de cada imagen iba acompañada de un comentario, como si se pusiera a la psique en un estado de ánimo determinado. Por ejemplo, una ilustración con un gran menos rojo se caracterizaba por situaciones negativas (presagiaba miedo a la muerte), mientras que antes de mostrar el círculo amarillo, los sujetos sintonizaban con una percepción positiva. La imagen de un signo de interrogación blanco se consideraba el símbolo más estresante, ya que no se sabía qué imagen le seguiría (coloración positiva o negativa).

Fue el signo de interrogación el que despertó con más fuerza las partes emocionales del cerebro de los jóvenes tras una noche sin dormir. La amígdala, comúnmente denominada centro del miedo, y la zona insular de la corteza cerebral fueron las que más reaccionaron. Se observaron arrebatos emocionales en todos los jóvenes, independientemente de sus niveles iniciales de ansiedad. Por supuesto, la fuerza de la manifestación de las emociones difería y era mayor en aquellos sujetos cuyas cifras iniciales también destacaban.

Los científicos han llegado a la conclusión inequívoca de que la ansiedad de pánico está causada por trastornos del sueño o falta del mismo. Cabe señalar que los factores de riesgo incluyen: sueño escaso o agitado, despertares frecuentes, incapacidad para conciliar el sueño por motivos irritantes (ruido, luz, trastornos estomacales, etc.). Todo ello conduce a un estado de ansiedad creciente, que está cargado de problemas más graves: depresión, otras dolencias neuropsiquiátricas.

La conexión entre el sueño pleno y la salud mental ya se ha señalado anteriormente. Tales enfermedades como ataques de pánico o trastornos bipolares fueron y son tratados por el método de corrección del estado de sueño, lo que trae un efecto positivo. El curso neurológico del proceso y las características de la relación entre el sueño y el estado mental han sido hasta ahora un misterio. Sólo se especulaba sobre la alteración del sueño como síntoma resultante de un desequilibrio mental. Sólo ahora, tras el experimento realizado, los médicos pueden hablar del proceso inverso y de la interacción.