La sensación de "agujas" en el cuerpo, o parestesia como la denominan los profesionales médicos, puede ser motivo de preocupación, y hay varios factores detrás de ella. Uno de los más comunes es la compresión de nervios sensibles, que impide que las señales viajen al cerebro. Esto suele ocurrir con los nervios que discurren cerca de la superficie del cuerpo y los extremos de los huesos, como cuando se comprime el nervio cubital, provocando una sensación de hormigueo en el brazo. Estas sensaciones pueden producirse después de dormir cuando una persona comprime accidentalmente un nervio periférico al tumbarse sobre él.
Un caso menos frecuente son las anomalías en los niveles plasmáticos de calcio, que también pueden afectar a la función del nervio sensible. Los niveles bajos de calcio, a menudo tras una operación de tiroides, pueden provocar "agujetas" en las manos. La hiperventilación también puede provocar estas sensaciones al hacer que la sangre sea más alcalina y afectar a los niveles plasmáticos de calcio. El hormigueo en los pies puede indicar lesiones nerviosas asociadas a un mal control de la diabetes.
A veces, la sensación de "agujas" en las extremidades precede al desarrollo de trastornos neurológicos como el ictus y la esclerosis múltiple. La respuesta breve a la causa de tales sensaciones es un factor que reduce la sensibilidad nerviosa.
Es importante señalar que el "hormigueo" en el cuerpo puede ser síntoma de una enfermedad aguda o crónica. No se recomienda automedicarse y, en caso de preocupación, se debe consultar a un médico para obtener un diagnóstico más preciso y prescribir el tratamiento necesario.
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