5 motivos del mal humor infantil: comprensión y enfoque

Ante las lágrimas, rabietas y caprichos de los niños, los padres suelen reaccionar de la forma habitual: "¡Cállate rápido!", "¡Eso no está bien!", "¡Por favor, cálmate!". Sin embargo, a menudo estas respuestas no hacen más que agravar la situación. Pero conviene tener en cuenta que los niños pueden tener sus propias razones para ese comportamiento, y nuestra tarea es comprenderlas.

1. Motivo: cansancio y malestar

Los niños pueden estar cansados, sedientos o hambrientos, pueden tener calor, estar tapados o que una prenda de ropa les resulte embarazosa. Prestar atención a estos factores es esencial. A los niños les cuesta analizar cómo se sienten y su principal deseo es deshacerse del malestar. Proporcióneles la atención que necesitan, sus necesidades estarán cubiertas y sus caprichos pasarán a un segundo plano.

2. Causa: Sobreexcitación

La abundancia de experiencias puede sobreexcitar a los niños. Pueden volverse histéricos, exigiendo gratificación instantánea, aunque ya tengan muchas emociones positivas. Demasiadas experiencias nuevas también son estresantes para el sistema nervioso de los niños. Es importante saber parar y permitir que el niño se relaje.

3. Motivo: incapacidad para expresar emociones

Los niños pueden sentir miedo, resentimiento, tristeza, pero no siempre saben cómo comunicar sus sentimientos. A veces simplemente lloran o gritan para llamar la atención. Es importante enseñarles a expresar sus emociones con palabras para que puedan explicar lo que necesitan y cómo se sienten.

4. Motivo: poner a prueba los límites

Los niños necesitan estructura y previsibilidad. Si un progenitor cambia las normas en función de su estado de ánimo, los niños se sienten inseguros y empiezan a poner a prueba los límites. Quieren saber qué se puede hacer y qué no. La coherencia y unas normas claras reducirán la frecuencia de estos caprichos.

5. La razón: falta de atención

Para los niños es importante recibir atención de sus padres. Si no se satisfacen sus necesidades en este aspecto, pueden mostrarse irritables para llamar la atención. La comunicación regular, el afecto y la comprensión pueden reducir en gran medida este comportamiento.

En última instancia, comprender las causas del mal humor infantil ayuda a los padres a encontrar formas más constructivas de interactuar con sus hijos. Hablar, comprender y cuidar son las claves de unas relaciones armoniosas y un afrontamiento más fluido.