Combatir el acné en la edad adulta: causas y soluciones

Más de la mitad de las mujeres de entre 25 y 58 años se enfrentan al problema del acné. Si ya ha probado todo un arsenal de remedios para los granos y el acné de la farmacia o el supermercado, pero el problema sigue siendo relevante, quizá merezca la pena entender sus causas.

Los granos se forman debido a la obstrucción de los poros, que se inflaman e hinchan debido a la acumulación de bacterias. A diferencia de los granos blancos, más frecuentes en los adolescentes, el acné adulto suele aparecer en forma de nódulos duros y dolorosos, conocidos como quistes.

El acné quístico, sobre todo cuando se intenta eliminar por cuenta propia, puede dejar manchas oscuras o cicatrices, por lo que se recomienda acudir a un dermatólogo. El primer paso para tratar el acné es identificar las causas subyacentes:

Los expertos aún no comprenden del todo las causas de la hipersensibilidad de las glándulas sebáceas a las fluctuaciones hormonales en adultos de entre 20 y 30 años. Las fluctuaciones hormonales son la causa más común del acné en la edad adulta.

Las píldoras anticonceptivas ayudan a regular los niveles hormonales y esto puede ser suficiente para reducir el acné. En casos de acné moderadamente grave, las cremas y geles que contienen retinoides (derivados de la vitamina A), como Retin-A, pueden ayudar. En casos más graves, se utilizan antibióticos tópicos como la eritromicina y la clindamicina, o preorales como la tetraciclina (aunque su uso durante el embarazo es peligroso).

Cuando fallan otros métodos, el dermatólogo puede recomendar Accutane (isotretinoína), un medicamento muy eficaz, pero su uso está asociado a riesgos, ya que puede causar defectos congénitos graves en el feto, por lo que deben utilizarse dos tipos de anticonceptivos mientras se toma.

El estrés es una de las causas comunes del acné en las mujeres después de los 30 años. El estrés favorece la producción de cortisol, que estimula las hormonas responsables del funcionamiento de las glándulas sebáceas, lo que provoca acné y, a su vez, causa aún más estrés.

Prueba técnicas antiestrés como comer bien, dormir lo suficiente y hacer ejercicio. Si no ve resultados tras aplicar hábitos de vida saludables, acuda a un dermatólogo para que le recete la medicación adecuada contra el acné.

Los productos de cuidado diario de la piel del rostro también desempeñan un papel importante. Utilice cosméticos que no obstruyan los poros ni provoquen granos. Intente tocarse la cara lo menos posible para no transferir gérmenes y bacterias a las zonas de la piel propensas al acné.