Cómo mejorar el sueño de tu bebé

La mayoría de los padres que han tenido que lidiar con noches de insomnio en sus pequeños estarán de acuerdo en que la expresión “duerme como un bebé” no es nada cierta. El sueño de un recién nacido suele ser inquieto, e incluso el lugar más cómodo no siempre garantiza un descanso profundo y tranquilo. Pero hay algunas cosas que usted puede hacer para ayudar a que su bebé se duerma más fácilmente y duerma más profundamente.

El primer paso para mejorar el sueño de tu bebé es crear un ambiente cómodo. Es muy importante que la ropa y la ropa de cama sean cómodas. Para los bebés son adecuados los pijamas confeccionados con tejidos naturales que no aprietan ni rozan la piel. Las almohadas y los colchones también deben seleccionarse con cuidado, ya que algunos materiales pueden ser demasiado duros o no adecuados para pieles sensibles.

Es importante no sólo brindarle comodidad al niño, sino también cansarlo adecuadamente. Algunos niños se duermen bien después de paseos activos al aire libre, mientras que otros, por el contrario, se excitan demasiado. Experimente con su rutina diaria y encuentre el equilibrio adecuado entre actividad y descanso.

Los rituales a la hora de dormir también juegan un papel importante. Si su bebé tiene una rutina, como baño, alimentación y canción de cuna, cúmplala todas las noches. Esto ayudará a que el niño se sienta estable y seguro, lo cual es extremadamente importante para un bebé.

La temperatura en el dormitorio es otro aspecto importante. Asegúrese de que la habitación sea cómoda: ni demasiado caliente, pero tampoco demasiado fría. La temperatura óptima para el sueño de un bebé es de unos 20-22 grados centígrados.

La voz de la madre es el mejor factor calmante para un bebé. Las canciones de cuna o canciones tranquilas antes de dormir ayudarán a crear un ambiente acogedor. Escuchar una voz familiar hace que el niño se sienta protegido y relajado, lo que facilita conciliar el sueño.

Si su hijo se despierta con frecuencia y no puede volver a dormirse, dormir juntos puede ayudar. Muchos bebés se sienten mucho más tranquilos cuando su madre está cerca. Para quienes no quieran dormir en la misma cama, podéis probar a colocar vuestra camiseta al lado de vuestro bebé para que pueda oler y sentir vuestro calor.

La aromaterapia también ayuda a algunos niños. La lavanda es uno de los remedios naturales más populares para la relajación. El aceite de lavanda o bolsitas de hierbas secas pueden ayudar a crear una atmósfera tranquila en el dormitorio.

Si otros métodos no producen resultados, intente prestar atención a la ubicación de la cuna. Algunos padres afirman que la posición de la cama con respecto a los puntos cardinales afecta la calidad del sueño. Quizás el bebé duerma más tranquilo si la cama está girada con la cabeza hacia el norte.

No te olvides del ruido blanco. Muchos bebés se duermen con sonidos que se parecen al sonido del agua o la lluvia. En Internet se pueden encontrar aplicaciones especiales para crear ruido blanco que ayudarán a que el bebé se duerma más rápido.

Si bien encontrar el método adecuado para cada bebé es una cuestión individual, utilizar varios de estos métodos le ayudará a crear las condiciones de sueño más cómodas para su bebé.