La traición es un tema doloroso y polifacético que suscita muchas preguntas y perplejidades. Es especialmente difícil reconocer el engaño en una relación, cuando los sentimientos de la pareja parecen no haber cambiado y las señales se ocultan. Sin embargo, hay ciertas señales a las que merece la pena prestar atención para entender que algo va mal en la relación y si existe el riesgo de que la pareja pueda ser infiel. Estas señales no siempre significan engaño, pero pueden ser una señal de alarma.
Uno de los principales factores que conducen al engaño es la insatisfacción emocional. Para las mujeres es importante sentir la atención y el apoyo de su pareja. Cuando un hombre no le presta la atención adecuada, no se da cuenta de sus necesidades, la mujer se siente sola e innecesaria. La mujer empieza a sentir que le falta algo en la relación y, si sus necesidades emocionales siguen sin satisfacerse, puede buscar apoyo en otra persona.
El segundo aspecto importante es la insatisfacción sexual. La pasión puede desaparecer con el tiempo, y esto es natural. Sin embargo, si el sexo se vuelve monótono y desaparece el deseo de tener una pareja, una mujer puede empezar a buscar emociones aparte. Esto no siempre significa que una mujer quiera poner fin a la relación, pero puede buscar variedad y nuevas sensaciones si faltan en su vida íntima.
El aburrimiento y el cansancio de años de convivencia también es una de las razones de la infidelidad femenina. Los problemas en la relación, como las dificultades económicas, los resentimientos acumulados o la falta de comunicación, pueden hacer que una mujer quiera ser infiel. Aunque los problemas no parezcan significativos, pueden acumularse y en algún momento, cuando se da la oportunidad, una mujer puede sucumbir a la tentación.
Otra razón para engañar es el deseo de venganza. Tras enterarse de la infidelidad de su marido, una mujer puede sentir que necesita recuperar el control o hacer que su pareja experimente las mismas sensaciones que ella. Este deseo de venganza puede ser el principal motor que la impulse a poner los cuernos. Pero es importante darse cuenta de que la venganza a través del engaño a menudo sólo agrava los problemas y perjudica a ambos miembros de la pareja.
No todas las mujeres son propensas a ser infieles, pero algunas pueden buscar oportunidades para tener aventuras si aparece el candidato adecuado. A veces, una mujer simplemente no ve nada malo en tener una relación al margen. Para estas mujeres, el sexo con alguien que no es su pareja no se ve como un engaño, sino como la satisfacción de una necesidad personal.
También hay señales claras que pueden indicar una infidelidad femenina. Por ejemplo, si una mujer empieza a mostrar menos interés por tu ubicación, no se interesa por dónde pasas el tiempo, con quién te comunicas, puede ser una señal de alarma. También debes desconfiar si empieza a prestar más atención a su aspecto, se apunta al gimnasio o va a la esteticista sin motivo aparente. Un cambio repentino de comportamiento, cuando empieza a pasar más tiempo en el trabajo o rechaza los eventos familiares, también puede indicar que algo está cambiando en su vida.
Por último, la disminución del interés por el sexo con su marido o pareja y la indiferencia a la hora de resolver problemas en la relación es otro indicador de que algo va mal. Cuando una mujer deja de resolver activamente los problemas y deja que lo haga su pareja, podría ser un indicio de que ya no le ve sentido a la relación o de que ya ha encontrado a alguien con quien quiere construir un futuro.
Todos estos signos podrían ser simplemente señales para reevaluar la relación y prestar más atención a tu pareja. Si notas cambios de este tipo en el comportamiento de tu mujer, es importante que hables con ella para entender qué está pasando y evitar problemas graves en la relación.
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