Cómo superar las crisis y recuperar el romanticismo

Cada año aumenta el número de divorcios en todo el mundo. Las estadísticas muestran que uno de cada dos matrimonios se rompe tras no superar la prueba del tiempo. Los momentos más críticos se consideran el tercer y el séptimo año de vida en común, cuando los cónyuges experimentan graves crisis en la relación.

Las crisis en las relaciones son un fenómeno natural. Una vez superadas, la relación puede volverse más sincera y fuerte. Los psicólogos familiares dan consejos para superar las crisis y devolver el romanticismo a la relación.

Cambia tu aspecto. Haz innovaciones en tu imagen que resalten tu juventud y esbeltez. Un nuevo peinado, un vestido elegante o unas joyas pueden refrescar tu imagen. No tiene que hacer cambios drásticos de golpe, sino introducirlos poco a poco, empezando, por ejemplo, con un conjunto para un paseo dominical.

Renueva tu casa. Deshazte de los colores lúgubres en tu ropa e interiores. El negro, el gris, el marrón y el morado pueden parecer elegantes, pero no fomentan el romanticismo. Elija colores vivos y alegres para la ropa de cama y la decoración. Haga cambios por usted, no por su cónyuge, y explíquelo queriendo un cambio.

Pregúntese a sí mismo. Piense en lo que le atraía de su cónyuge al principio de la relación. ¿Han cambiado esas cualidades o su percepción de ellas? Piense por qué se casó: ¿por seguridad, hijos o estabilidad económica? Evalúe si consiguió lo que quería. Concéntrese en lo que aún le gusta de su pareja.

Dígale directamente cuáles son sus deseos. Tu cónyuge no tiene por qué adivinar tus deseos. Simplemente pídele lo que quieres, como pasar un fin de semana juntos. Explícale exactamente con qué no estás contenta, en lugar de vagas insinuaciones. Agradécele las pequeñas cosas que hace por ti.

Evite los comportamientos erróneos en el matrimonio. Los siguientes comportamientos pueden llevar a la ruptura de la relación:

Reprimirse a uno mismo para ajustarse a un ideal.
Falta de satisfacción en las relaciones sexuales.
Dependencia de tu estado de ánimo del de tu marido.
Trasladar la responsabilidad de su felicidad a su cónyuge.
Cuidados maternales en lugar de cuidados de pareja.
Inmersión total en los intereses de su marido en detrimento de los suyos propios.
Quejarse de los problemas conyugales o su completo silencio.
Analizar sus acciones y reconsiderar sus creencias si están contribuyendo al deterioro de la relación. Creer en ti misma y estar abierta al cambio es la clave de una relación satisfactoria y armoniosa.