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En nuestra interminable búsqueda de la perfección, a menudo recurrimos a diversos métodos y remedios que aparentemente deberían hacernos aún más atractivas. Sin embargo, algunos hábitos que creemos beneficiosos o incluso inofensivos pueden ser perjudiciales para nuestra belleza y nuestra salud. Descubramos cuáles son estos hábitos y cómo evitarlos.
Cambio frecuente de color de pelo
A muchos nos gusta experimentar con nuestra imagen, incluido el color del pelo. Sin embargo, la coloración frecuente, sobre todo los cambios radicales de tono, pueden dañar gravemente la estructura capilar. Los aclarados, en particular, son peligrosos porque resecan el cabello. Se recomienda cambiar de color gradualmente, respetando los intervalos entre tratamientos y cuidando el cabello durante los periodos de rehabilitación.
Morderse los padrastros
Comerse los padrastros no sólo crea un defecto estético, sino que también puede provocar inflamaciones y uñas quebradizas. Es aconsejable hidratar la piel alrededor de la uña y acicalar regularmente la cutícula, evitando manicuras recortadas.
Sobredosis de acondicionador
Utilizar una cantidad excesiva de acondicionador puede debilitar las raíces del cabello y darle un aspecto graso. Es importante seguir la dosificación y aplicar correctamente los productos para el cuidado del cabello, prestando especial atención a las puntas.
Alisar el pelo
El uso frecuente de la plancha puede provocar sequedad, rotura e incluso caída del cabello. Se recomienda utilizar productos alisadores y limitar el número de tratamientos por semana.
Apretar los granos
Exprimir los granos puede agravar los procesos inflamatorios y provocar la formación de nuevos granos. Se recomienda utilizar productos con ácido salicílico de aplicación tópica y evitar el impacto mecánico sobre los granos.
La observancia de hábitos saludables y el autocuidado ayudarán a preservar la belleza y la salud durante muchos años.
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