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Investigaciones recientes de científicos estadounidenses han arrojado luz sobre la importancia de una caminata diaria para extender la vida. Incluso una actividad física pequeña, como caminar una hora o hacer ejercicio ligero similar, puede agregar hasta 4,5 años a la vida de una persona, incluso si tiene sobrepeso u obesidad. El estudio mostró que incluso una caminata de 75 minutos a un ritmo rápido una vez por semana puede agregar 1,8 años a la esperanza de vida en comparación con aquellos que no hacen ejercicio.
Un grupo de científicos del Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, liderados por Stephen Moore, analizaron los datos de vida recogidos por otros investigadores. Los investigadores clasificaron a las personas por su índice de masa corporal, edad y frecuencia de ejercicio.
Los resultados mostraron que las personas que practicaban deportes durante 2,5 horas a la semana vivían en promedio 3,4 años más que las que no eran físicamente activas. Los que pasaron 7.5 horas a la semana caminando agregaron 4.5 años completos a sus vidas.
Estos resultados apuntan a la importancia de incluso una actividad física mínima para la salud general y la esperanza de vida. Incluso un simple paseo puede tener un impacto significativo en la longevidad.
El estudio destaca la necesidad de introducir la actividad física regular en la vida cotidiana para mantener la salud y aumentar la esperanza de vida.
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