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Todos los padres sueñan con el futuro de sus hijos, deseándoles felicidad, éxito y bienestar. Sin embargo, ¿cómo enseñar a un niño a afrontar las dificultades que inevitablemente surgirán en su vida? Muchos niños crecen bastante inexpertos para resolver los problemas de la vida debido a los esfuerzos de sus padres por protegerles de las situaciones difíciles.
La escuela y la universidad enseñan a leer y escribir y a adquirir competencias profesionales, pero no enseñan a enfrentarse a situaciones difíciles. Como resultado, los graduados, a pesar de su alto nivel de conocimientos, pueden sentirse inseguros en la vida real.
Los niños que crecen en orfanatos e internados suelen adaptarse mejor a la vida porque ya se han enfrentado a la lucha por la supervivencia. Esta experiencia les permite desenvolverse con éxito cuando se encuentran con el mundo real.
Muchos padres intentan resolver los problemas de sus hijos, pero esto puede llevar a que los niños no aprendan a resolver las dificultades por sí mismos. Los países occidentales inculcan a los niños habilidades de independencia y responsabilidad desde una edad temprana, lo que les ayuda a adaptarse mejor a la vida adulta.
Es importante que los padres enseñen a sus hijos a relacionarse con diferentes personas y a encontrar puntos en común en distintas situaciones. Esto les ayuda a desarrollar habilidades sociales que les serán útiles en el futuro.
La resiliencia psicológica ante las dificultades debe ser una prioridad en la crianza. Es importante que todos los que están alrededor -padres, abuelos, profesores- participen en este proceso, ayudando al niño a desarrollar y fortalecer su fortaleza. Sólo así se prepara al niño para una vida independiente y de éxito.
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