La salud humana está inextricablemente ligada a los biorritmos naturales, los cambios estacionales y los factores climáticos. Esto es especialmente importante durante el periodo otoñal, que trae consigo anomalías meteorológicas como un septiembre frío y un noviembre casi veraniego. Estos cambios meteorológicos pueden repercutir en la salud de las personas, especialmente las que padecen trastornos cardiovasculares. Para ellos, las exacerbaciones otoñales suelen ir acompañadas de dolores de cabeza, debilidad, somnolencia, nerviosismo y otros síntomas desagradables.
Dado que el otoño se asocia a menudo con una mayor actividad empresarial, estrés laboral y cambios meteorológicos imprevisibles, pueden tener conjuntamente un impacto negativo en el organismo. Las exacerbaciones otoñales de las enfermedades cardiovasculares pueden acarrear graves consecuencias, como infartos de miocardio e ictus. Estas enfermedades ocupan los primeros puestos en las estadísticas de mortalidad tanto en el mundo como en Ucrania.
Los profesionales médicos llevan a cabo campañas de información sobre la prevención del ictus, prestando especial atención a la lucha contra esta enfermedad durante la última semana de octubre. Los habitantes de las ciudades modernas, expuestos al estrés y la sobrecarga, intentan evitar el ictus. ¿Qué medidas ayudarán a evitar esta amenaza y qué innovaciones ofrece la medicina en la prevención del ictus?
Quejas tan oídas como "¡Me duele la cabeza!" o "¡Tengo el brazo entumecido!" pueden causar miedo en muchas personas, incluso en las menores de 40 años. Parece que el ictus ha rejuvenecido. Los neurólogos han desarrollado una prueba para ayudarle a determinar su riesgo de ictus y a tomar las medidas necesarias para prevenirlo.
HÁGASE LA PRUEBA
¿Presenta los siguientes síntomas durante varias horas seguidas?
entumecimiento de la mitad de la cara;
entumecimiento de una o varias extremidades;
dolor de cabeza agudo y repentino;
¿debilidad repentina, marcha inestable?
¿Tiene la tensión arterial alta (más de 140/90 mmHg)?
¿Padece fibrilación auricular?
¿Tiene sobrepeso (IMC superior a 25)?
¿Es fumador?
¿Lleva un estilo de vida sedentario?
¿Abusa del alcohol?
Si ha respondido afirmativamente a dos o más preguntas, se recomienda asesoramiento y pruebas complementarias.
Para las personas en situación de riesgo, deben tomarse las siguientes medidas:
Caminatas diarias de 30 minutos a paso ligero para ejercitar los vasos sanguíneos.
Limitar la sal en la dieta entre 2 y 4 g al día.
Dejar de fumar.
Vigilar el peso para que el índice de masa corporal no sea superior a 25 (véase "Contrólese").
Mídase la tensión arterial con regularidad y, si sube en un plazo de 7 días, acuda al médico.
Recuerde que cuidar su salud y prevenir el ictus puede salvarle la vida.