Cómo demostrar que él/ella es único/a: consejos para los padres

Al establecer relaciones con hijos en edad de crecimiento, los padres se enfrentan a veces al reto de cómo seguir demostrando su amor y admiración a medida que los niños se hacen más independientes y autosuficientes. Sin embargo, hay muchas formas de resaltar la singularidad de cada niño y demostrarle lo significativo e importante que es en la vida de sus padres.

El primer paso es ayudar al niño a reconocer sus rasgos únicos. El Dr. Robert Currie, profesor de psicología, sugiere que los padres recuerden activamente a sus hijos sus rasgos de carácter, como la honradez y la creatividad, subrayando su importancia. Es importante hacerlo con sinceridad y recordar que el elogio debe ser merecido.

Además, los elogios no deben ser económicos, sino que es importante que sean específicos y sinceros. La psicóloga Linda Dunlop aconseja a los padres que sean lo más precisos posible al expresar su admiración, haciendo hincapié en las cualidades y logros únicos del niño.

Es importante comunicarse con los niños sobre temas que realmente les importan. El profesor Gerry Aldridge señala que mostrar interés por lo que los niños tienen que decir les ayuda a sentirse necesarios e importantes para sus padres.

No hay que intentar cambiar los ritmos biológicos y el temperamento de un niño, dice Brien Nichols. Por el contrario, los padres deben aceptar y querer a sus hijos por lo que son, respetando su individualidad.

Pase tiempo con su hijo. Encuentre oportunidades para prestar a cada uno de sus hijos una atención individualizada. Como señala la psicóloga Linda Dunlop, pasar tiempo personal con los padres ayuda al niño a sentirse especial e importante.

Por último, no olvide la importancia de la risa y el humor en la relación con su hijo. La risa compartida ayuda a reforzar el vínculo entre padres e hijos, y hace saber al niño que ocupa un lugar especial en el corazón de sus padres.

Recuerde que una de las tareas más importantes de los padres es crear un ambiente en el que el niño se sienta único y querido.