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Miramos la manzanilla y sólo vemos una modesta flor, sobre la que jugamos en la infancia al juego «me gusta - no me gusta». Pero en realidad, esta pequeña flor es un verdadero tesoro en el mundo de la cosmetología y la medicina. Sus propiedades curativas ya se conocían en el antiguo Egipto: el aceite de manzanilla se preparaba especialmente para el faraón Ramsés, que padecía dermatitis e insomnio. La experiencia de los curanderos egipcios fue adoptada por los antiguos griegos y luego por los romanos.
Para los anglosajones, la manzanilla era una planta sagrada. ¿Cuál es su secreto? Las flores de manzanilla contienen vitaminas P, provitamina A y vitamina C, esenciales para la piel. Además, la manzanilla tiene acción antiinflamatoria y antiséptica. Incluso en Alemania realizaron experimentos en los que compararon el efecto antiinflamatorio del aceite de manzanilla y la pomada de hidrocortisona. El resultado fue impresionante: ¡el efecto de la manzanilla fue más fuerte!
Recetas caseras
La manzanilla de farmacia se puede comprar por poco dinero en la farmacia. El efecto de las lociones, mascarillas y enjuagues con manzanilla le sorprenderá gratamente.
Para la cara Preparar una infusión de 2 cucharadas de flores secas de manzanilla por vaso de agua hirviendo, insistir durante una hora, colar. Utilízala para lavarte la cara todas las noches. También puedes hacer una compresa para calmar la piel de la cara, sólo tienes que cubrirte la cara con una gasa empapada en la infusión durante media hora. Con la infusión de manzanilla y almidón se puede hacer un «kisel» para una mascarilla, que es bueno para la piel sensible. Para dar a tu rostro un tono mate, mezcla una yema de huevo cruda, unas gotas de aceite de oliva y 200 ml de decocción fuerte de manzanilla, empapa una gasa y déjala sobre el rostro durante media hora.
Para el cabello. Después de lavarlo, acláralo con infusión de manzanilla (3 cucharadas soperas por litro de agua hirviendo): le dará sedosidad y brillo. Si tienes caída del cabello o caspa, prepara una mascarilla de yema de huevo, aceite de oliva y aceite de manzanilla. Frótala en las raíces del pelo antes de lavarlo una vez a la semana durante 30 minutos.
Para el té. La infusión de manzanilla tiene un efecto relajante y calmante, es maravillosamente refrescante y reduce los calambres. Prepárela con una cucharadita de flores secas por vaso de agua caliente. Puede añadir una rodaja de manzana, canela o miel para darle sabor.
Inspiración para cosmetólogos
En champús, acondicionadores y cremas para el cabello, la manzanilla aporta nutrición e hidratación, los hace sedosos y brillantes. Muchas cremas para el cuidado de la piel seca contienen extracto de flor de manzanilla, que suaviza la piel, alivia la inflamación y el enrojecimiento, tiene efecto antiséptico y estimula la renovación celular.
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