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Presentamos una receta única de mascarilla apta para todo tipo de pieles y que ayuda a combatir las arrugas. Esta composición, que incluye arcilla blanca, glicerina y aceite de espino amarillo, aporta a la piel hidratación y vitaminas esenciales, previniendo los primeros signos del envejecimiento.
El secreto de la arcilla blanca
La arcilla blanca, o caolín, es conocida por sus propiedades para secar, purificar y tensar la piel. Su ligero efecto blanqueador ayuda a unificar el tono de la tez y a mejorar el estado de la piel, haciéndola más aterciopelada y flexible.
Hidratación con glicerina
La glicerina, derivada de las grasas, es un hidratante eficaz para la piel, ya que aporta la humedad esencial y ayuda a mantenerla suave y flexible.
El poder del espino amarillo
El aceite de espino amarillo es un verdadero tesoro de beneficios para la piel. Su uso regular ayuda a aumentar el tono y la firmeza de la piel, así como a suavizar las arrugas existentes, previniendo la aparición de nuevos signos de envejecimiento.
Cómo preparar la mascarilla
Para preparar la mascarilla, combina arcilla blanca, glicerina y aceite de espino amarillo con agua. Aplica la mascarilla sobre el rostro durante 15 minutos, después aclara con agua tibia y utiliza tu crema facial habitual. Realiza esta mascarilla 1-2 veces por semana para obtener mejores resultados.
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