Dejar de fumar es una tarea difícil, pero el ejercicio ha brindado una ayuda inesperada. Científicos del Hospital Miriam de Estados Unidos han descubierto que el entrenamiento regular con pesas puede reducir significativamente el deseo de fumar. Incluso dos horas de ejercicio a la semana pueden cambiar el hábito y reducir las ansias de fumar.
El estudio se realizó con hombres de entre 18 y 65 años que habían fumado al menos cinco cigarrillos al día durante el último año. Los participantes se dividieron en grupos, cada uno de los cuales realizó levantamiento de pesas durante 12 semanas. El programa incluyó diez ejercicios semanales de 60 minutos por sesión.
Los hombres que aumentaron gradualmente la intensidad y variaron sus ejercicios mostraron resultados impresionantes. Su deseo de fumar disminuyó y, en algunos casos, desapareció por completo. A diferencia del grupo de control, donde la intensidad del entrenamiento se mantuvo sin cambios, una proporción mucho mayor de participantes logró cambios positivos.
Levantar pesas afecta no solo a los músculos, sino también al cerebro. La actividad física estimula la producción de endorfinas y otros neurotransmisores que ayudan a controlar el estrés y a reducir el ansia por la nicotina. Por lo tanto, el ejercicio se convierte en una especie de sustituto de una fuente habitual de placer.
Es importante destacar que el efecto no es inmediato. La regularidad y un aumento gradual de la intensidad son clave. Incluso entrenamientos cortos de dos horas a la semana pueden ser el comienzo de un plan para dejar de fumar a largo plazo y mejorar el bienestar general.
Además, levantar pesas ayuda a fortalecer el corazón, aumentar la resistencia y mejorar la postura. Por lo tanto, el ejercicio se convierte no solo en una herramienta para dejar de fumar, sino también en una forma de mejorar la calidad de vida, combinando salud y hábitos que apoyan un estilo de vida activo.
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