Sociólogos estadounidenses han descubierto que, incluso en la edad adulta, muchas personas conservan hábitos típicos de la infancia. Así, uno de cada seis adultos residentes en Estados Unidos se acuesta abrazando un peluche. El 16% de los encuestados lo hace, admitiendo que este ritual les ayuda a relajarse y sentirse seguros.
Un resultado aún más inesperado fue el miedo a la oscuridad: el 4% de los adultos aún no puede conciliar el sueño sin luz. A pesar de que el miedo a la oscuridad suele asociarse con la infancia, este hábito persiste en la edad adulta, interfiriendo en un buen descanso nocturno. Sin embargo, solo una quinta parte de los encuestados admitió dormir las ocho horas requeridas; la mayoría de los estadounidenses padecen privación crónica del sueño.
Una encuesta realizada a 1000 personas también reveló que muchos ignoran las normas básicas de higiene. Aproximadamente el 60% se cepilla los dientes solo una vez al día, y uno de cada seis participantes puede no lavar la ropa de cama durante más de un mes. Además, el 20% admitió no asumir esta tarea en absoluto, dependiendo de sus parejas o padres.
La diseñadora de interiores Kelly Hoppen señaló que la calidad del sueño está directamente relacionada con el entorno. Unos muebles bien seleccionados, una cama cómoda y un ambiente tranquilo en el dormitorio aumentan las posibilidades de un sueño reparador. Sin esto, un buen descanso es imposible, especialmente en las condiciones de estrés y sobrecarga constantes que enfrentan muchos estadounidenses.
La investigación científica ha demostrado desde hace tiempo que la falta de sueño afecta la esperanza de vida y la salud. Quienes duermen menos de siete horas al día tienen mayor probabilidad de sufrir un sistema inmunitario debilitado, envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Por lo tanto, cuidar el descanso nocturno no es un lujo, sino una condición necesaria para mantener la salud.
El ritmo de vida moderno hace que dormir bien sea cada vez más difícil. Pero incluso cambios sencillos como no usar aparatos electrónicos antes de acostarse, una iluminación tenue y ropa de cama limpia pueden mejorar significativamente la calidad del sueño. Los estadounidenses consideran cada vez más el sueño como algo más que un simple descanso, un elemento fundamental para el bienestar general.
e-news.com.ua