Conociendo las personalidades por sus arrugas

Durante siglos, los fisonomistas han intentado desentrañar los misterios de la naturaleza humana, apoyándose en signos externos. Uno de estos signos son las arrugas, que pueden indicar el carácter de una persona. Entonces, al observar de cerca las arrugas de la cara, se pueden sacar conclusiones interesantes sobre el estado interno de una persona. Pero para hacer esto, es necesario esperar un poco hasta que el sujeto adquiera una cantidad suficiente de arrugas.

Por ejemplo, las pequeñas líneas horizontales que se encuentran sobre el borde exterior de las cejas indican que una persona es excepcionalmente honesta. Estas personas tienden a ser abiertas y sinceras en sus intenciones, sin miedo a compartir sus pensamientos y sentimientos con los demás.

Las arrugas que rodean radialmente la boca suelen revelar personas tímidas y reservadas. Estas líneas pueden indicar que sus dueños suelen tener dificultades para comunicarse y no siempre están dispuestos a abrirse al mundo. Estas personas suelen tener miedo a ser malinterpretadas, lo que se refleja en sus expresiones faciales.

Un pliegue que comienza en la fosa nasal y se extiende hasta el borde del labio puede indicar que la persona ha estado plagada de decepciones a lo largo de su vida. Esto puede deberse a fracasos en su vida personal o profesional, y estas personas suelen tener un mundo interior complejo.

Las personalidades agresivas se pueden reconocer por las arrugas "angulares" encima de las cejas. Cuanto más agudo es el ángulo, más claramente se expresan las tendencias agresivas. Tales arrugas pueden indicar que su dueño es propenso al conflicto y tiene un carácter fuerte, que se manifiesta en sus acciones y palabras.

Las personas que no son activas ni interesadas en la vida tienden a tener menos arrugas. Pueden notar un pliegue característico en las comisuras de la boca, causado por el debilitamiento de los músculos de las mejillas. Esto sugiere que pueden ser indiferentes hacia los demás y no esforzarse por participar activamente en la vida.

Así, al estudiar las arrugas, no sólo se puede adivinar el carácter de una persona, sino también encontrar explicaciones a su comportamiento. Es importante recordar que las manifestaciones externas muchas veces reflejan estados internos, y analizarlas puede ser el primer paso para comprender mejor a quienes te rodean.