Raíces: los tesoros de la naturaleza para la salud y el sabor

Los nabos, los colinabos, las remolachas, las chirivías y las raíces de apio tienen propiedades medicinales únicas y un gran sabor. Veamos cada una de ellas por separado.

El apio es una raíz nodular de color marrón claro que se utiliza mucho en la cocina francesa. Su olor es menos intenso que el del tallo. La raíz de apio se puede utilizar cruda, añadida a diversos platos y zumos, lo que ayuda a normalizar el trabajo del estómago y los intestinos, y también fortalece el sistema inmunológico.

Chirivía - pariente de la zanahoria y el perejil, tiene un sabor dulzón y un aroma agradable. Es ideal para añadir a primeros platos, platos de carne, ensaladas y purés. La chirivía mejora el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso.

El nabo es un tubérculo olvidado que antaño servía de alimento básico. Puede consumirse crudo, hervido, asado e incluso al horno. Los nabos tienen propiedades antiinflamatorias e inmunitarias y ayudan a mejorar el sistema digestivo.

La briukva es una hortaliza de raíz infravalorada que suele consumirse poco. Tiene efecto laxante y diurético, fortalece los huesos, combate la avitaminosis y la tos seca. El zumo de colinabo alivia eficazmente la tos y tiene acción expectorante.

Remolacha - aunque ampliamente conocida, a menudo se subestima en la cocina. Puede consumirse cruda, al horno, hervida o asada. La remolacha tiene muchos beneficios para la salud y es una valiosa fuente de vitaminas y minerales.

Estas hortalizas de raíz no sólo diversificarán su menú, sino que también aportarán salud y beneficios a su organismo. Pruebe a integrarlas en su dieta y notará sin duda la diferencia en su salud y bienestar.