Una visión detallada de la crisis a los tres años

Criar a los hijos es una aventura constante, y cada etapa de su desarrollo presenta nuevos retos. Uno de estos retos es la crisis de los tres años, que viene acompañada de terquedad, protestas y rabietas. Ayer tu bebé era obediente, y hoy te enfrentas a cambios en su comportamiento. ¿Cómo reaccionar ante la crisis y qué deben hacer los padres?

peculiaridades de la crisis de los 3 años

Este periodo de crisis se caracteriza no sólo por las rabietas y la terquedad, sino también por el deseo del niño de afirmar su personalidad. La frase "yo soy yo mismo" se convierte en el leitmotiv de esta época. El niño inicia la transición de la infancia a la edad preescolar, acompañada de la necesidad de actuar de forma independiente. La crisis también puede comenzar a los 2 o 4 años, y su principal tarea es la formación del carácter del niño y su futura visión del mundo.

Formación del carácter a los 3 o 4 años

De los 3 a los 4 años, es importante la formación de los rasgos básicos del carácter y la visión del mundo. Los padres pueden influir en el desarrollo de cualidades positivas como la cortesía, la independencia, la responsabilidad y el esfuerzo. A pesar de las dificultades, es importante no rendirse, porque es más fácil formar el carácter ahora, cuando el niño está preparado para comprometerse, que en la adolescencia.

Comportamiento ante las crisis

Cada periodo de crisis en los niños es diferente, y es importante tener en cuenta que los niños pueden atravesarlo de distintas maneras. En esta etapa pueden producirse diversos cambios de comportamiento, como el despotismo, la desvalorización y el voluntarismo. Los padres deben recordar que se trata de algo temporal y que es importante mantener la paciencia y la comprensión.

Cambios de comportamiento y su impacto

El desprecio, el despotismo y el voluntarismo son manifestaciones típicas de la crisis de los 3 años, especialmente en situaciones en las que los padres restringen acciones o se niegan a hacer cosas. Se aconseja a los padres que se comuniquen con su hijo en pie de igualdad, le den la oportunidad de actuar de forma independiente dentro de unos límites y eviten la fuerza física y los castigos.

el enfoque adecuado para un niño en crisis a los 3 años

Para superar con éxito la crisis, es importante apoyar al niño, comprender sus necesidades y su deseo de independencia. Los padres pueden implicar al niño en la comunicación, invitarle a participar en las actividades familiares y utilizar la paciencia y las explicaciones en lugar de la fuerza física. El contacto visual y el diálogo son importantes para una interacción eficaz durante este periodo.

conclusión: la crisis de los 3 años es un fenómeno temporal

La crisis de los 3 años es una etapa temporal pero importante en el desarrollo del niño. La comprensión de las peculiaridades de este periodo y la participación activa de los padres permiten superar con éxito las dificultades y establecer una relación sana con el niño. La tarea principal es no desaprovechar este momento y dar al niño la oportunidad de desarrollarse, manteniendo al mismo tiempo la comprensión mutua en la familia.