Por qué los niños se ponen celosos y cómo afrontarlo: consejos importantes para los padres

El nacimiento de un nuevo miembro de la familia es una alegría y un trastorno en la vida, sobre todo para un niño mayor. Se encuentra ante la necesidad de compartir la atención, los juguetes y el amor de los padres. Durante este periodo, aparecen los celos infantiles, y entender cómo afrontarlos se convierte en una cuestión clave para los padres.

Al principio, el recién nacido es percibido por el niño mayor como un juguete nuevo, pero con el tiempo se da cuenta de que los cambios en su vida son más serios. Los niños de distintas edades pueden reaccionar de formas diferentes, desde mostrar agresividad hacia el bebé hasta copiar su comportamiento para llamar la atención de los adultos.

Cuanto más pequeño es el niño, más pronunciados son los celos. Es importante darse cuenta de que se trata de una reacción natural, y es necesario abordar la situación con comprensión. La intervención de los padres es importante para mitigar los celos.

No regañes a tu hijo por ser tonto o mostrar celos. Intenta comprender su miedo a perder atención y cariño. Dedique a su hijo mayor todo el tiempo y la atención posibles para satisfacer sus necesidades emocionales.

Prevenir los celos infantiles suele ser más eficaz que superarlos más tarde. Intenta mantener rutinas y situaciones familiares para el niño mayor, de modo que no sienta que se le priva de su espacio y atención habituales.

Es importante repartir el tiempo entre los hijos. Incluye a tu marido en el cuidado del hijo mayor, para que se sienta importante y querido. Asigne al mayor tareas específicas que sólo él pueda hacer para el pequeño. Esto le ayudará a sentirse importante.

Abastécete de paciencia y amor. Los celos no desaparecerán del todo, pero puedes hacer que sean mínimos prestando a cada hijo la atención y los cuidados necesarios. Recuerda que tu amor puede extenderse a ambos niños.

Y no olvides que los celos infantiles son un fenómeno pasajero, y que con el enfoque adecuado no dañarán las relaciones familiares. Si tiene problemas para afrontar los celos, no dude en ponerse en contacto con un psicólogo infantil que le proporcionará ayuda cualificada.