Un niño después del divorcio: consejos de un psicólogo

El verdadero valor de la familia se manifiesta en su papel de institución que proporciona una crianza plena a los hijos. Sin embargo, cuando se produce un divorcio, se plantea la cuestión de con quién dejar al niño. Es importante recordar que la familia no es un medio para alcanzar objetivos personales, sino un entorno para la crianza de la prole.

Un aspecto importante del divorcio es proteger al niño de los conflictos entre los padres. Involucrarle como testigo en el proceso es muy indeseable, ya que puede afectar negativamente a su psique. Hay que esforzarse por salir del conflicto con las mínimas pérdidas, aunque ello implique concesiones para preservar el bienestar psicológico del niño.

Para construir una nueva relación tras el divorcio, es importante mantener el respeto mutuo, especialmente en presencia del niño. Para él, ambos padres deben seguir siendo los mejores del mundo, para no socavar los fundamentos básicos de su conciencia.

A los niños después del divorcio les conviene quedarse con un progenitor que muestre lealtad y buena voluntad hacia el ex cónyuge. Esto ayuda a evitar la formación de imágenes negativas del "mal padre" en el niño y favorece la estabilidad psicológica.

La ruptura familiar tras el divorcio puede afectar a la capacidad del niño para construir sus propias relaciones en el futuro. La estabilidad familiar es importante para desarrollar comportamientos y relaciones saludables.

Al criar a un niño, es importante recordar la importancia de mantener la integridad de la imagen de ambos progenitores para el niño. Las declaraciones negativas sobre los ex cónyuges pueden ser destructivas para la psique del niño y dificultar las relaciones futuras.

En la mente del niño, todos los padres deben existir juntos, a pesar de dónde y cómo vivan. Apoyando la igualdad de "mamá" y "papá", creamos una base estable para sus futuras relaciones y le ayudamos a construir una familia completa en el futuro.