La tartamudez en los niños: atención, cuidados y tratamiento

La tartamudez en niños mayores de tres años es un problema común que plantea retos a muchos padres. Para el propio niño, este problema conlleva momentos desagradables, afectando al aprendizaje, la socialización y la autoestima. En casos especiales, puede llevar al desarrollo de un complejo de inferioridad, que permanece durante toda la vida.

Este problema requiere atención inmediata, a pesar de que las causas de la tartamudez en los niños siguen sin estar claras incluso para los logopedas. A menudo los padres cometen el error de no intentar identificar la causa y no buscar ayuda profesional, creyendo que el problema se resolverá por sí solo.

Acudir a un logopeda es el primer paso para el éxito del tratamiento. Cuanto antes se inicie el tratamiento, más eficaz será. Las técnicas modernas permiten en la mayoría de los casos superar con éxito la tartamudez en los niños. Sin embargo, los padres desempeñan un papel fundamental en el éxito del tratamiento y deben seguir estrictamente las recomendaciones del logopeda.

Cabe señalar que la elección del logopeda es fundamental para el éxito del tratamiento. Una estrecha interacción a largo plazo con un logopeda es un requisito previo para deshacerse de la tartamudez. Es importante establecer una relación de confianza con el especialista, ya que de ello depende el éxito del tratamiento.

La rutina diaria del niño

Los niños tartamudos suelen ser móviles y fácilmente excitables. Los padres deben organizar estrictamente la rutina diaria y asegurarse de que se cumple:

Sueño del niño: El sueño adecuado es un elemento clave. Un niño menor de 7 años debería dormir al menos 11 horas por la noche, y durante el día al menos 2 horas. Esto tiene un efecto positivo sobre el sistema nervioso.

Juegos infantiles: Controlar el tiempo que se pasa delante del televisor es importante para evitar una excitabilidad nerviosa excesiva, que aumenta la tartamudez. Los juegos educativos también son útiles.

Paseos: Caminar al aire libre es esencial para la salud del niño. Los paseos deben ser de al menos dos horas al día en condiciones meteorológicas favorables.

Control del habla del niño

La logopedia bajo supervisión médica no puede sustituir la atención constante de los padres al habla del niño. Si se detecta tartamudez, los padres no deben hacer comentarios ni reírse del niño. Basta con terminar las palabras después de él, sin llamar la atención sobre el tartamudeo.

En casos graves, los logopedas recomiendan un "modo silencioso", en el que el niño habla sólo en clase bajo la supervisión de un especialista. Este método está diseñado para suprimir el reflejo de la tartamudez y puede durar desde unos meses hasta un año.

Es importante que los padres expliquen la necesidad de este régimen de silencio, transformándolo en un juego divertido para el niño. El papel clave de los padres es mantener una actitud positiva y motivar al niño para que supere con éxito el problema de la tartamudez.