Educación sexual infantil: etapas clave y recomendaciones

"Mamá, ¿de dónde vienen los bebés?" - es una pregunta que se ha convertido en un reto para muchos padres. Sin embargo, la educación sexual empieza mucho antes de lo que parece esta pregunta. Las respuestas a ésta y a muchos otros temas están en manos de los padres, y la futura percepción del mundo y de la vida por parte de sus hijos depende de lo bien que lleven a cabo esta tarea.

Todo ser humano, desde que nace, recorre el camino del desarrollo psicosexual. Este proceso comienza desde los primeros días de vida, en los que el contacto táctil con los padres desempeña un papel fundamental. Ya a una edad temprana, los bebés muestran interés por su cuerpo, y esta parte normal del desarrollo no debe ser motivo de preocupación para los padres.

Es importante vigilar de cerca el comportamiento del bebé y comprender que explorar el propio cuerpo es una práctica normal. A medida que el niño crece, diferencia los sexos, se forma una idea de sí mismo como niño o niña y, a los cuatro años, ya tiene conciencia de género.

Es importante que los padres influyan en el desarrollo de actitudes sanas hacia el sexo y el cuerpo, evitando crear vergüenza. La educación sexual consiste en responder a las preguntas de los niños sobre el sexo y explicarlas de forma accesible.

A medida que los niños crecen, se dan cuenta de los tabúes sobre el sexo y es importante mantener un diálogo activo con el niño. Las explicaciones sobre el proceso de concepción y nacimiento, así como el respeto por los intereses y vergüenzas del niño, proporcionan una base sana para la educación sexual.

La clave está en enseñar al niño a filtrar la información que recibe del mundo exterior, especialmente de los medios de comunicación. Evitar el exceso de explicitud y violencia en la pantalla evita traumas psicológicos que pueden afectar a toda la vida del niño.