Zanahorias: secretos de belleza y salud

La zanahoria, esta hortaliza sencilla y accesible, posee propiedades sorprendentes que tienen un efecto beneficioso sobre la salud y la belleza. Es una valiosa fuente de vitamina A, que tiene un efecto positivo sobre la piel y las mucosas, y protege las membranas celulares de los radicales libres, previniendo el desarrollo del cáncer.

Un aspecto importante de las propiedades beneficiosas de las zanahorias es su capacidad para prevenir el desarrollo de enfermedades oculares. La carencia de vitamina A puede provocar "ceguera nocturna" e incluso las primeras fases de las cataratas. El consumo regular de zanahorias puede ayudar a mejorar la salud ocular y prevenir estos problemas.

Los carotenoides, pigmentos orgánicos naturales presentes en las zanahorias en grandes cantidades, ayudan a mantener el equilibrio de agua y oxígeno en el organismo, participan en la fotosíntesis y contribuyen a reducir los niveles de colesterol malo, lo que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Pero las zanahorias no sólo son buenas para la salud, sino también para la belleza exterior. El betacaroteno, alto contenido en zanahorias, proporciona a tu piel un bronceado firme y ligero. Los antioxidantes de las zanahorias actúan sobre los radicales libres, ralentizando el proceso de envejecimiento de la piel. Muchos esteticistas recomiendan usar zanahorias en mascarillas faciales y de cuello para mantener la piel fresca y joven.

Las zanahorias también tienen un efecto beneficioso sobre el estado del cabello. Sus vitaminas y sustancias ayudan a restaurar las raíces del pelo, reduciendo su caída, y la vitamina A nutre toda la longitud del cabello, haciéndolo más sano y brillante. Una mascarilla de zumo de zanahoria recién exprimido aplicada sobre el cuero cabelludo 20-30 minutos antes del lavado ayuda a fortalecer el cabello.

A la hora de elegir las zanahorias, hay que dar preferencia a los tubérculos de color oscuro intenso, ya que contienen la máxima cantidad de carotenoides. Las zanahorias hervidas son más sanas que las crudas, ya que el tratamiento térmico libera más betacaroteno. Para maximizar la absorción de betacaroteno por el organismo, se recomienda consumir las zanahorias en combinación con una pequeña cantidad de grasas como mayonesa, aceite de oliva o requesón.