Caquis: la fruta milagrosa del otoño

Con la llegada del frío, aparece en los estantes una de las frutas más deliciosas del otoño: el caqui. Su popularidad se debe no sólo a su exquisito sabor, sino también a la gran cantidad de beneficios que posee para la salud. Los caquis maduran a finales de otoño y se ponen a disposición de los entendidos en manjares naturales.

Un caqui maduro es fácilmente reconocible por su corteza lisa y brillante de color naranja brillante y su textura suave. Sin embargo, una vez que empieza a estropearse, la fruta se cubre de manchas negras, y su almacenamiento a largo plazo en el frigorífico se convierte en un problema.

Hay varias variedades populares de caqui, entre ellas "Korolek" (de maduración temprana) y "Giro" (de maduración tardía). El "Korolek" se caracteriza por su carne marrón oscura y su magnífico sabor. Para determinar la madurez de otras variedades de caqui, basta con hacer pequeñas cosas, como astillar la cáscara en la base del tallo. Las variedades astringentes tienen la pulpa anaranjada, mientras que las dulces la tienen pardusca.

Almacenar los caquis puede ser un reto debido a su naturaleza perecedera. Sin embargo, seguir ciertas pautas puede ayudar a preservar su frescura y sus beneficios para la salud. A una temperatura de entre 0 y -1 grados centígrados, los caquis pueden conservarse entre 3 y 4 meses, siempre que la humedad necesaria se mantenga en el 85-90%. El aspecto de los caquis puede indicar el contenido de humedad de la fruta: una corteza arrugada indica falta de humedad, mientras que el moho indica exceso de humedad.

La congelación también puede alargar la vida útil de los caquis, conservando su calidad hasta seis meses. Sin embargo, descongelar los caquis después de congelarlos puede cambiar su textura.

Además, el secado es una excelente forma de conservar los caquis sin perder sus beneficios para la salud. Los métodos modernos de procesado de esta fruta conservan sus propiedades nutritivas, y los caquis pueden ser un gran manjar dulce para todas las edades.

Así pues, los caquis no son sólo un gran sabor y aroma de otoño, sino también un cúmulo de propiedades beneficiosas que hacen de esta fruta un auténtico tesoro de la temporada.